En 2016, la actriz gallega Iria Pinheiro daba a luz a Martiño. El posparto fue un suplicio debido a la episotomía -cirugía para ensanchar la abertura de la vagina- que le realizaron y que le provocó dos años de secuelas, algo de lo que nadie se responsabilizó. Su historia ha llegado al cine.
Se trata de ‘Anatomía dunha serea’ -Anatomía de una sirena’, película dirigida por la viguesa Adriana Páramo y producida por Anabelle Mullen (Belle Films), título homónimo de la obra de teatro que Pinheiro protagoniza para sacar a la luz no solo su sufrimiento, “sino el de muchas mujeres que pasan por lo que ella sufrió y muchas veces no lo saben”, explica la productora.
La base de la cinta, rodada como cortometraje y estrenada en el festival de Cans (O Porriño), ha llegado al Festival de Cine de Málaga -Sección Afirmando los Derechos de la Mujer- para mostrar la realidad de la violencia obstétrica, “un término del que nunca había oído hablar hasta que conocí un día por la prensa la historia de Iria, en un momento en el que yo estaba trabajando en mi doctorado”, vivía en Londres y pasaba unos días de vacaciones en su tierra, cuenta la directora, Adriana Páramo.
La Organización Mundial de la Salud define este tipo de violencia como la “ejercida por profesionales de la salud hacia las mujeres embarazadas, en labor de parto y el puerperio”, y la considera “una violación a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres”.
Iria narra en la película que durante dos años sufrió las consecuencias de una cirugía que se le practicó sin su consentimiento, e inició un trámite judicial contra el Servicio de Salud Gallego, aunque todo el desgaste personal y económico que iba a suponer le hizo redirigir sus protestas ante lo que mejor sabía hacer: actuar.
Así nació ‘Anatomía dunha serea’, en la que cuenta su historia utilizando la parodia como motor para dar visibilidad a esta realidad.
"Cuando la llevamos al cine y comprobamos la reacción de la gente vimos que es algo más común de lo que parece porque se sale de la sala recordando cosas que parecían normales cuando parieron, pero que ahora se dan cuenta de que no era así”, dice Anabelle Mullen.
Anabelle y Adriana se conocieron en un foro de la SGAE en Galicia, juntas pulieron el proyecto y la película se hizo realidad, no sin problemas, “porque hay distribuidores que nos dicen que hay programadores que ven difícil que se lleve a una sala, por su temática”, lamenta la directora.
Con todo, ha conseguido llevar a la pantalla tanto los ensayos de la obra en el auditorio de A Ramallosa (A Coruña), como entrevistas personales con la actriz y diseños de a animación. Cinco años después del parto, Iria ya puede hacer vida normal.
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