Hablillas

Jefe y maestro

Antonio Atienza respetó nuestras colaboraciones. Le gustaba, decía, tenernos a los de La Isla

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Hace veintidós años, el mes de abril principiaba cuando estas hablillas bajaron por primera vez la calle San Nicolás para imprimirse en la página dos de Información San Fernando. Con un título tan sencillo y evocador como Despegar iniciaron un vuelo que, algunos lectores vaticinaron breve, no más allá de tres semanas, un mes si acaso. Jesús Perulero, director entonces, les dio el miércoles para alargar la línea literaria sugerida en la primera.

Un año después Antonio Atienza cogió el testigo respetando las secciones fijas y estas hablillas, columnas o articulines, bautizados cariñosamente por el maestro Manuel Pérez Cassáux, han seguido asomándose a la página hasta rozar las mil ciento treinta y cuatro semanas.

La llegada de Internet acabó con el paseo de los folios impresos en una carpeta con destino a San Nicolás un día antes de su impresión. Sin embargo, tanto en papel como en la pantalla, las treinta y cinco líneas que conformaron y conforman el texto han mantenido y alimentado la ilusión nacida enla adolescencia de quien esto evoca, a saber, formar parte del periódico local donde los maestros Germán Caos y José González Barba, entre otros, firmaron sus artículos.

Antonio Atienza respetó nuestras colaboraciones. Le gustaba, decía, tenernos a los de La Isla. Ha sido el jefe que supo conjugar trabajo y amistad con cuantos hemos escrito en el periódico poniéndolo a nuestra disposición, dedicándonos un espacio puntual para dar a conocer nuestros trabajos, charlas, publicaciones, nombramientos, logros personales, en suma, que le satisficieron tanto como a nosotros al pasarlos al papel, al escribirlos con la destreza que da el oficio utilizando la economía verbal como herramienta. Trabajador incansable, era un apasionado de su profesión y de la imagen.
La Isla lo acogió como a todo el que la quiere,agradecida por estar pendiente de actualizar la información diaria generada en sus calles con su particular manera de redactar, con el rigor y la sencillez del lenguaje periodístico al escribir una crónica, un suceso, una noticia, con un bolígrafo en la mano o los dedos corriendo por el teclado, teniendo siempre presente el respeto hacia el lector.

La hablilla de hoy quiere resaltar su sinceridad, su honestidad, su valentía ejemplar, su peculiar sentido del humor. Gracias, jefe, por haber sido el maestro del que tanto aprendimos.

 

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