Así, la comunidad andaluza se encuentra a la cabeza en número de nuevos padrones, seguida de Comunidad de Madrid, con 7.489, y País Vasco, donde se registraron un total de 6.364 personas extranjeras. Por contra, otras como Comunidad Valenciana (-4.718), La Rioja (-589), Aragón (-123) y Castilla y León (-44), perdieron habitantes inmigrados.
En términos relativos, los mayores incrementos de población inmigrante se produjeron en las ciudades autónomas de Melilla (16,8%) y Ceuta (12,5%) y en el País Vasco (4,8%), mientras que las caídas más notables tuvieron lugar en La Rioja (-1,3%) y la Comunidad Valenciana (-0,5%), según los datos del Padrón Municipal.
En cuanto a la distribución de los extranjeros, la comunidad con una mayor tasa de inmigración es Baleares, donde casi el 22 por ciento de la población es extranjera. Le siguen la Comunidad Valenciana (17,3%) y Comunidad de Madrid (16,6%). En el lado opuesto están Extremadura (3,5%), Galicia (3,9%) y Principado de Asturias (4,5%), las tres regiones españolas donde vive una menor proporción de población foránea.
Atendiendo al origen de los extranjeros empadronados, los nacidos en la UE de los 27 suman un total de 2.346.515 y entre ellos, los más numerosos son los rumanos (829.715), seguidos por los del Reino Unido (387.226) y los alemanes (195.579). Entre los extranjeros no comunitarios, destacan los ciudadanos marroquíes (746.760), los ecuatorianos (395.069) y los colombianos (289.296).
Durante 2009, la comunidad que experimentó mayor crecimiento fue, un año más, la rumana, con 30.823 nuevos empadronados. También se elevó la cifra de empadronados marroquíes (28.705 más), británicos (11.523) y chinos (9.128), mientras que salieron del Padrón 26.357 ecuatorianos, más de 20.000 bolivianos y 11.700 argentinos.
CAÍDA EN TÉRMINOS GENERALES
En términos generales, no obstante, el ritmo de crecimiento de la población extranjera empadronada en España cayó en 2009 hasta el 1,1 por ciento, con 60.269 nuevos ciudadanos inscritos, la cifra más baja de los últimos años, según los mencionados datos del INE.
Al acabar 2009, en España figuraban 46.951.532 personas empadronadas, un 0,4 por ciento más que el año anterior (205.725 personas). El 12,2 por ciento de estos inscritos (más de 5,7 millones) son extranjeros, que aumentaron un 1,1 por ciento en 2009 y entre los que figuran 2,3 millones de ciudadanos de la Unión Europea.
Esta es la cifra de crecimiento más bajo de los últimos cinco años, ya que en 2005 los extranjeros empadronados se incrementaron un 11,1 por ciento; en 2006 aumentaron el 8,17%; en 2007 la cifra fue del 15,5 por ciento y en 2008, la subida se ralentizó hasta el 6,3 por ciento, según los datos del INE.
Además, destaca que mientras los extranjeros comunitarios se incrementaron el año pasado en 73.289 personas empadronadas (hasta un total de 2.346.515), los nacidos fuera de la UE-27 se redujeron en 13.020 personas, hasta los 3.362.425.
DECRECE LA POBLACIÓN EN CYL, ASTURIAS Y ARAGÓN
En cuanto a los residentes de nacionalidad española, el año pasado sumaron 41.242.592, con un aumento neto de 145.456 personas que supone un 0,4 por ciento más que en 2008.
En total, de los casi 47 millones de personas que viven en España, 49,4 por ciento son hombres y el 50,6%, mujeres, porcentaje que varía cuando se tiene en cuenta la nacionalidad, ya que entre los españoles hay más ciudadanas (51,0%) que entre los extranjeros, donde suponen el 47,5 por ciento.
Atendiendo a la edad de los habitantes empadronados, el 15,6% de la población tiene menos de 16 años; el 42,6% tiene entre 16 y 44 años y el 41,8% tiene 45 ó más años.
En el caso de los extranjeros, la población de entre 16 y 44 años supone el 62% de las personas inscritas, mientras que menos del cuarenta por ciento de los españoles se encuentran en este tramo de edad. Además, el 18,5 por ciento de los nacionales superan ya los 65 años, porcentaje que en los foráneos no llega al nueve por ciento.
Por comunidades autónomas, el avance de datos del INE reflejan que mientras Madrid (con 58.567 personas más), Andalucía (50.920) y Cataluña (29.461) incrementaron su población el año pasado, Castilla y León, Principado de Asturias y Aragón perdieron respectivamente 7.806, 1.180 y 54 habitantes.
No obstante, los mayores incrementos de población en términos relativos se produjeron en las ciudades autónomas de Melilla (3,5%) y Ceuta (2,4%), así como en Región de Murcia, Comunidad de Madrid, Comunidad Foral de Navarra e Islas Baleares (todas ellas con un 0,9%). Con los parámetros, la mayor reducción de población se dio en Castilla y León (-0,3%).
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