Familiares de fallecidos en el pesquero gallego 'Villa de Pitanxo', que se hundió a 450 kilómetros de Terranova (Canadá), han recordado este sábado a sus seres queridos en un acto llevado a cabo en Pontevedra cuando se cumple un año de la tragedia, ocurrida el 15 de febrero de 2022.
En el puerto de As Corvaceiras de la ciudad, decenas de personas se han reunido para homenajear a las 21 víctimas, que perdieron la vida en la madrugada de aquel fatídico martes, cuando el buque naufragó.
Familiares, amigos y representantes políticos como la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba; el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, u otros concejales del municipio no se han querido perder esta ofrenda.
Fue sobre las 12,00 horas cuando dio comienzo el acto, amenizado con un dúo de violonchelos. A partir de ahí, tomó la palabra el regidor, quien agradeció al Gremio de Mareantes y a Portos de Galicia que permitiesen la instalación de una placa en aquel lugar en recuerdo a los fallecidos.
Fernández Lores ha acompañado en el "dolor" a las familias y ha mostrado su admiración por la lucha que han realizando en el último año para poder dar un último adiós a sus seres queridos.
Tras él, la portavoz de las familias, María José de Pazo, quiso agradecer también al Ayuntamiento todas las facilidades puestas para la instalación de esta placa, que recoge el nombre de los 21 fallecidos, al igual que la instalada en Marín este viernes y que las que se colgarán en otras ciudades donde residían marineros del 'Villa de Pitanxo'.
En el acto también habló Janet, la hija de Edemon Okutu, y Marisa, la viuda de Rogelio Franco Damazo, quienes han reconocido haber pasado un año "muy duro", pero han agradecido el apoyo de la sociedad. Después, los asistentes, entre llantos, realizaron una ofrenda floral debajo de la placa.
UN AÑO TRAS LA TRAGEDIA
El pesquero gallego 'Villa de Pitanxo' naufragó en aguas del Océano Atlántico el 15 de febrero de 2022, perdiendo la vida 21 de los 24 marineros que en él trabajaban.
A partir de esa tragedia, las familias de las víctimas han luchado para tratar de conocer qué ocurrió realmente aquella madrugada, ya que el relato de los tres supervivientes no coincide, incluso llega a contradecirse en algunos aspectos.
Mientras Samuel Kwesi sostiene que el aparejo del barco había embarrado en el fondo del mar, lo que provocó que comenzase a entrar agua y se parase el motor del buque, el capitán del Pitanxo y su sobrino, Juan Padín y Eduardo Rial (los otros dos supervivientes), aseguran que el motor se paró repentinamente, lo que hizo que el agua comenzase a entrar.
Por todo ello, la causa está siendo investigada por el juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional, que prohibió salir del país a Padín al apreciar 21 homicidios por imprudencia.
Mientras tanto, a lo largo de los últimos 12 meses los familiares han llevado a cabo una serie de acciones para que el Gobierno aceptase enviar un robot al pecio y así obtener algunas respuestas de lo que pudo haber ocurrido.
Hace unas semanas, sus peticiones por fin fueron escuchadas y el Ejecutivo comenzó la licitación para llevar a cabo la búsqueda del barco hundido y un reportaje en vídeo por los exteriores del mismo para hallar pruebas. Este anuncio se produce después de que la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) reconociese que sería útil para la investigación.
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