El porcentaje de personal femenino dedicado a la investigación y desarrollo (I+D) en Andalucía ha aumentado un 13,6% en el periodo comprendido entre 2017 y 2021, hasta alcanzar las 11.226 mujeres (equivalencia a jornada completa) de un total de 27.043. Esa evolución ascendente también se observa en los grupos de investigación andaluces liderados por mujeres, que han crecido, en el mismo periodo, un 18,7%, llegando a la cifra de 684 de un total de 2.409.
Estos datos se recogen en el informe 'Mujeres en el Sistema Andaluz del Conocimiento 2021' elaborado por la Agencia Andaluza del Conocimiento (AAC), dependiente de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, y que se ha dado a conocer con motivo de la celebración hoy del Día de la Mujer y de la Niña en la Ciencia, según informa la Junta en un comunicado.
Este documento analiza la situación de la población femenina en el conjunto de la I+D andaluza y se ha dado a conocer con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. De acuerdo con dicho informe, el personal dedicado a tareas de investigación en
Andalucía (que aglutina a auxiliares, técnicos e investigadores) ha registrado una subida global del 10,6% en el citado periodo, siendo la Administración pública y la enseñanza superior los sectores en los que más se apreció el aumento de la representación femenina, con un 19,3% y un 13,8% más, respectivamente.
En el ámbito empresarial también se ha evidenciado un crecimiento de dicho personal femenino (5,7%). Aunque con carácter general la representatividad de las investigadoras aún es menor a la de los hombres, los porcentajes por sexos se encuentran ya cercanos o incluso alcanzan la paridad en los sectores públicos, mostrando desde 2012 una tendencia creciente. Ellas representan ya el 43,1% en la enseñanza superior y el 50,4% en la Administración pública, según los últimos datos de 2021. Por otro lado, en el sector privado la presencia de éstas resulta aún insuficiente, y únicamente suponen el 25,9%
(sólo uno de cada cuatro investigadores es una mujer).
A nivel nacional, la foto es similar, aunque la presencia de ellas es algo mayor para el ámbito privado que en Andalucía (31,7% en 2021). Atendiendo a los grupos de investigación del sistema andaluz del conocimiento con mujeres como investigadoras principales, los liderados por éstas aumentaron un 18,7% de 2017 a 2021, alcanzando un total de 684. Cabe apreciar cómo el porcentaje
de este perfil de mujeres ha ido en ascenso a lo largo de este periodo, hasta suponer el 28,39% del total. "Este dato, aunque está lejos de la paridad, contrasta con la infrarrepresentación de la mujer en los escalones más altos de la carrera investigadora y permite vislumbrar una tendencia futura hacia una mayor presencia de la mujer en puestos de liderazgo".
En este sentido, y analizando la carrera investigadora, se pone de manifiesto mediante los llamados 'gráficos tijera' cómo la presencia de la mujer va disminuyendo a medida que se avanza en la escala profesional, perdiéndose así talento femenino.
De esta forma, mientras que en las categorías inferiores de contratos postdoctorales (grado C) o contratos predoctorales y profesorado ayudante (grado D) los porcentajes por sexos son prácticamente paritarios, en cotas superiores como las que se engloban en el grado B (profesorado universitario, catedráticos de escuelas universitarias y otras categorías similares) la brecha se amplía con un 56% de hombres y un 44% de mujeres, abriéndose aún más cuanto mayor es la escala investigadora.
Así, en el grado A (catedráticos de universidad) tan sólo un 25% son mujeres, dando como resultante un 'gráfico tijera' muy similar al que se observa en el conjunto del país. En Andalucía se mantiene una tendencia positiva en cuanto al denominado 'techo de cristal', un indicador de referencia internacional que mide las oportunidades relativas de mujeres frente a los hombres a la hora de alcanzar la posición más alta en la jerarquía de la investigación.
Este indicador manifiesta paridad cuando toma el valor 1, que indicaría igualdad plena, expresando desigualdad para las mujeres en valores superiores. En el caso andaluz este índice ha pasado del 1,68 al 1,64 en 2021.
Por otra parte, en lo que se refiere a la gestión de la I+D, en los órganos unipersonales universitarios se sigue observando, tanto en Andalucía como en el conjunto de España, un fenómeno similar al que ocurre con la carrera investigadora. Así, mientras la representación de género resulta equilibrada a nivel de vicedecanato, decanato y vicerrectorado, este equilibrio se rompe con los puestos de dirección de institutos universitarios (23,2% de mujeres) y rectorados (22,2% de mujeres).
En cambio, al analizar la composición de los órganos de gobierno en las universidades públicas andaluzas, se observa cómo un 78% de los consejos de dirección y un 89% de los consejos de gobierno tienen representación equilibrada de mujeres y hombres, mientras que la media nacional es del 49% y el 36%, respectivamente. Asimismo, hay que resaltar que el 100% de las universidades andaluzas cuenta actualmente con un plan de igualdad de género, mientras que en el resto de España este porcentaje es del 94% en universidades públicas y 70% en las privadas.
Estos planes contienen un conjunto de medidas evaluables adoptadas tras un
diagnóstico previo y su diseño e implantación tienen como finalidad alcanzar la igualdad de trato y oportunidades en el entorno universitario, eliminando cualquier discriminación por razón de sexo. Entre sus objetivos está el fomento de la igualdad en la toma de decisiones, la obtención de una paridad real a todos los niveles y la aplicación, a través de distintos órganos de soporte, de una política transversal de igualdad que impregne la vida universitaria en todas sus facetas y conjunto.