El Cuerpo Nacional de Policía ha trasladado al Juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla la imposibilidad de rastrear la supuesta llamada amenazante de Francisco Javier Delgado a Rocío, la menor de Camas que tenía una relación con el asesino confeso de Marta del Castillo, debido a que el registro de llamadas de la compañía telefónica está borrado al haber pasado más de un año de los supuestos hechos.

En este sentido, fuentes del caso informaron a Europa Press de que, en la información remitida al juez instructor, Francisco de Asís Molina, se pone de manifiesto la imposibilidad de rastrear esta supuesta llamada amenazante, pues la compañía telefónica no puede aportar un registro de las llamadas recibidas y realizadas desde el móvil de la menor de Camas al haber pasado ya más de un año desde que tuvieron lugar los hechos.

Al hilo de ello, las fuentes recordaron que la llamada se habría producido entre finales de enero y principios de febrero de 2009, por lo que, al haber pasado más de un año, "estas llamadas se han borrado", subrayando que "no es que la llamada no se produjera, sino que este extremo no se puede comprobar debido a que no hay llamadas que rastrear". A partir de este momento, el juez deberá decidir si decide o no archivar el procedimiento.

Francisco Javier Delgado, el hermano del asesino confeso de la joven sevillana Marta del Castillo Casanueva, desaparecida y presuntamente asesinada la noche del 24 al 25 de enero del pasado año 2009 en una vivienda de León XIII, ya negó el pasado día 16 de marzo haber realizado llamadas telefónicas en tono amenazante a Rocío P. G, la menor de Camas con la que mantuvo una relación sentimental el asesino confeso.

En este sentido, el Juzgado de Instrucción número 4, que instruye esta investigación de manera independiente y separada respecto al resto de la instrucción del caso Marta, acogió en la referida fecha tanto la declaración como testigo de Rocío como la de Francisco Javier, éste en calidad de imputado porque supuestamente habría llamado a la menor asegurando "si dices todo lo que sabes, a tu madre la rajo de arriba a abajo y a ti te pego una paliza".

En su declaración, Rocío confirmó ante el juez la declaración prestada ante el Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía el pasado mes de septiembre, cuando indicó que Miguel le había confesado el crimen y que había escondido el cuerpo en una zona de Camas cercana a su vivienda, un dato éste que la menor no había ofrecido antes porque habría recibido una supuesta llamada amenazante entre finales de enero y principios de febrero de 2009.

Rocío volvió a incidir ante el juez Francisco de Asís Molina en lo dicho durante la audiencia preliminar, cuando puso de manifiesto que ella no dijo directamente que esta llamada procediera del hermano de Carcaño, sino que fue la Policía Nacional la que le mostró distintas voces y ella identificó a una de ellas como la que habría realizado la llamada, y que se correspondía con la de Francisco Javier Delgado.

Asimismo, la menor de edad, que cuenta actualmente con 15 años, señaló que la llamada la habría recibido entre finales de enero y principios de febrero, siempre antes del día 11 de este último mes, y en horario de tarde, aunque no pudo concretar en cuál de los dos móviles con que contaba en ese momento recibió la llamada.

Este hecho motivó, según las fuentes consultadas por Europa Press, que la niña entregara al juez uno de los dos móviles -el otro ya lo entregó en su día- al objeto de que se rastrearan las llamadas entrantes y salientes realizadas en la franja temporal delimitada por la menor de edad.

Por su parte, el letrado de Francisco Javier Delgado, José Manuel Carrión, señaló en declaraciones a los periodistas que su cliente sigue defendiendo que no realizó ningún tipo de llamada amenazante a la ex novia del asesino confeso, aseverando el letrado que la acusación "no tiene ninguna consistencia".

Estas amenazas denunciadas por Rocío motivaron que el letrado de Francisco Javier Delgado interpusiera ante el Juzgado de Menores una querella criminal por los presuntos delitos de calumnias y falso testimonio contra Rocío P. G, basando la querella en la "absoluta variabilidad" de las versiones de la menor en todas sus declaraciones, "lo cual ha conformado una auténtica falta de identidad de lo depuesto, habiendo quedado demostrado en las actuaciones que lo que dice respecto de Francisco Javier es absolutamente incierto".

En este sentido, el abogado del asesino confeso puso de manifiesto que la referida querella criminal "ha sido una consecuencia inequívoca de las citadas declaraciones, las cuales se puede asegurar que son inciertas en todo lo que afirman respecto de Francisco Javier", añadiendo asimismo que, en la querella, "se viene a recordar lo expuesto en el artículo 207 del Código Penal, en el cual se expone que únicamente probando que el hecho criminal que se hubiere imputado quedará exento el que hubiere sido acusado de un delito de calumnia".