El teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntemiento puertorrealeño, Antonio Noria, ha mostrado su satisfacción por culminar un proceso que, “por su relevancia para el futuro de la ciudad y por la complejidad en su elaboración, ha durado varios años, como es habitual en esta norma que debe regir el desarrollo de los municipios”. En el caso de Puerto Real, la comisión redactora del Plan realizó un “intenso trabajo” para que el documento fuera aprobado inicialmente, trámite que se superó en 2007, y enviado a la Junta de Andalucía para superar el siguiente paso administrativo.
No obstante, la aprobación por parte de la Administración Autonómica de normas urbanísticas de superior rango, como fue el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) y la necesidad de adaptar el Plan General a las estipulaciones de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) obligaba a hacer correcciones esenciales al documento, y el gobierno municipal optó por volver a aprobarlo de nuevo inicialmente en sede municipal, en sesión plenaria en mayo de 2008.
Estas correcciones tenían que ver, fundamentalmente, con las limitaciones en el crecimiento del número de viviendas al 30% y del nuevo urbanizable al 40%, condicionantes que se vieron solventados en el nuevo documento sometido a aprobación.
Otro de los documentos que los responsables municipales incorporaron al documento a petición de la Consejería de Cultura de la Junta fue la carta arqueológica, que recoge todo el patrimonio arqueológico de la localidad, y cuya reserva y preservación se aconseja que sean plasmados en el PGOU.
En lo que respecta a la participación externa con sugerencias, peticiones y alegaciones, fueron alrededor de 250 las presentadas en los distintos periodos, casi todas ellas enmarcadas en el ámbito rural del término municipal, sobre todo las que tenían que ver con particulares que anhelan la regularización de sus viviendas, “si bien en Puerto Real esta circunstancia resulta menos llamativa que en localidades vecinas”, recuerda Noria.
Otras aportaciones tenían que ver con los usos de Villanueva, la zona comercial de Azahares III o la edificabilidad propuesta en un principio. Todas estas sugerencias y alegaciones fueron estudiadas e informadas, asumiendo el Plan gran parte de las demandas expuestas en ellas.
En líneas generales, el Plan que ahora entra en vigor contiene actuaciones tan importantes para Puerto Real como la creación de un nuevo polígono residencial en El Barrero; la disposción de 750.000 metros cuadrados en El Carpio para el complejo medioambiental y suelo industrial; la puesta en valor de suelos vacantes de Astilleros, Airbus y la segunda fase de Tres Caminos, entre otros; suelos para actividad terciaria y comercial en Casines, antigua bodega de Campuzano y antigua Joaquina de Vedruna; la regulación del suelo resultante del soterramiento, y numerosas intervenciones más.
Antonio Noria quiso agradecer la colaboración de todas las personas que “han logrado enriquecer el documento que ahora entra en vigor, incluidos los grupos políticos que lo aprobaron, para conseguir que la norma que va a presidir el desarrollo futuro de la ciudad no sea al 100% de ningún partido, ni de ningún gobernante, sino de todos y cada uno de ellos”.
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