El crecimiento de la economía andaluza en el tercer trimestre del año fue del 0,8 por ciento, una décima inferior al crecimiento estimado para el conjunto nacional en el mismo período, según los resultados de la 'Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía', que elabora el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA).
Según indicó el IEA en una nota, la moderación del ritmo de crecimiento de la economía andaluza "ha venido marcada por una desaceleración de la demanda regional, que ha tenido una contribución negativa de dos décimas en el tercer trimestre, frente al aumento del 1,2 por ciento en en trimestre anterior, y una aportación positiva de un punto del saldo exterior, en la línea de los trimestres precedentes".
Precisó que este comportamiento de la demanda regional, viene determinado por los mismos factores que en el trimestre precedente, de manera que, por un lado "se ha producido una contracción de la formación bruta de capital y una disminución del ritmo de crecimiento del gasto regional en consumo final de los hogares, respecto al trimestre anterior; y por otro, el gasto de las administraciones públicas y de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares ha evolucionado positivamente, acelerando su crecimiento en este trimestre".
De esta forma, el gasto regional en consumo final de los hogares "se mantuvo en el mismo nivel que el mismo trimestre del año anterior, lo que hizo que la aportación al crecimiento fuera prácticamente nula". Para España, la tasa de crecimiento del agregado se situó en el 0,1 por ciento. El IEA precisó que el comportamiento de este agregado en la región "ha venido determinado por la evolución desfavorable del empleo, lo que ha provocado una disminución de la renta disponible de las familias".
El gasto en consumo final de las administraciones públicas e instituciones sin fines de lucro registró un crecimiento del seis por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, con una aportación de 1,3 puntos al crecimiento regional, debido principalmente a la evolución del gasto corriente y de la remuneración de asalariados de las administraciones públicas.
Por su parte, para España la tasa de crecimiento del agregado se situó en el 5,8 por ciento, dos décimas menos que la de Andalucía. De esta forma, el gasto en consumo final regional creció un 1,6 por ciento, una décima más que para el conjunto nacional.
La formación bruta de capital registró una tasa de crecimiento negativa del 4,7 por ciento, lo que supone una repercusión negativa sobre el PIB de 1,6 puntos porcentuales. Esta evolución viene determinada, según el IEA "principalmente por el comportamiento negativo de la inversión en construcción, y más concretamente por el componente de vivienda residencial parcialmente compensado por el crecimiento de la obra pública".
Datos por sectores
Por componentes de la oferta, todos los sectores de actividad "han visto desacelerada su tasa de crecimiento respecto al trimestre anterior, excepto las ramas primarias donde se aumenta una décima, hasta situarse en una tasa interanual del dos por ciento y con una contribución al crecimiento de una décima". Para el conjunto nacional, este sector creció un 0,6 por ciento.
No obstante, la rama que ha experimentado un mayor crecimiento en Andalucía durante el tercer periodo del año ha sido la de servicios, con un incremento del 3,1 por ciento, contribuyendo 1,9 puntos porcentuales al PIB.
El IEA apuntó que "aunque en el sector se ha producido una ralentización de la actividad respecto al trimestre precedente, debido principalmente al componente de mercado, el comportamiento del sector se ha visto beneficiado por una aceleración del ritmo de avance de la actividad pública, mientras que en el conjunto nacional, la tasa del sector se situó en el tres por ciento".
Por su parte, las ramas industriales han tenido un comportamiento negativo en la línea de los indicadores de producción y empleo, y han registrado una caída de la actividad del -3,5 por ciento, un punto inferior a la tasa registrada para España. La repercusión de esta rama al crecimiento del PIB fue de cuatro décimas negativas.
Por último, el Valor Añadido Bruto (VAB) de la construcción registró una tasa de crecimiento de un -5,8 por ciento, lo que supone una disminución del crecimiento del PIB del trimestre de siete décimas, mientras que para el conjunto nacional la evolución se situó en un -5 por ciento.