Un hecho que para la Denominación de Origen de los Vinos de Jerez y la Manzanilla de Sanlúcar es aún más incidente, y prueba de ello es que la gran mayoría de las bodegas, grandes y pequeñas, se han visto abocadas a rebajar los precios para poder dar salida a sus vinos y no acumular deudas y stocks excesivos.
Uno de los principales afectados, a la par que responsables del deterioro de la demanda, ha sido la restauración. Mientras que las ventas de los vinos con DO han empezado a mejorar en los hogares (gracias a la moderación de precios), bares y restaurantes han seguido el camino contrario. De todo ello se deriva un retroceso medio del 10 por ciento en la demanda en el mercado nacional.
Bajan las exportaciones
En cuanto a las exportaciones, el retroceso en los precios de los productos no ha evitado que éstas hayan disminuido entre un 10 y un 15 por ciento a lo largo del pasado ejercicio.
Por otro lado, el mercado nacional recoge precios situados en 1,70 euros por hectogrado de vino de mesa. Para el agricultor, esta cifra supone vender la uva a un precio de entre 0,13 y 0,14 euros el kilo, un valor irrisorio si se tiene en cuenta que sólo el trabajo de recogerla les supone un coste de 8 céntimos de euro. Muchas bodegas están vendiendo sus productos por debajo de costes y ya empiezan a solicitar medidas para evitar seguir perdiendo dinero.
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