Según están las cosas a día de hoy, este último argumento carecería de valor, puesto que si el edificio de la Aduana tapa algo en los próximos meses, e incluso en los próximos años, es un gran edificio vacío y un proyecto arquitectónico a medio terminar, puesto que Adif, que se está encargando de poner en valor la antigua estación, sigue sin encontrar ningún socio dispuesto a invertir en el centro comercial y el hotel que se construirá sobre el vestíbulo.
Negociaciones
Un asunto que preocupa especialmente a Adif es el de la organización y puesta en marcha del centro comercial proyectado para la marquesina de la vieja estación, especialmente porque, como el resto de administraciones, “estamos trabajando con el horizonte de las celebraciones del año 2012”.
Hasta el momento no se han recibido propuestas de ninguna empresa especializada en la explotación de grandes superficies comerciales. La intención de Adif es crear una sociedad mixta para la explotación de este espacio, al igual que se ha hecho en otras ciudades como Málaga, Salamanca o Madrid.
De cualquier manera, fuentes de Adif reconocen que “no estamos en buen momento para sacar adelante un proyecto de este calibre”.
Adif tiene pendiente la finalización de la puesta en valor de la marquesina de este edificio histórico, y entonces será cuando “se pondrá en valor el interior del mismo”. Por el momento, se está en negociaciones con las mismas empresas con las que ya se han realizado proyectos similares, como el del centro comercial Vialia de Málaga. Esto hace que la resolución del proyecto no esté sólo en manos de Adif.
En estos momento el interior de la estación vieja está diáfano, a la espera de hacer una prospección del mercado y valorar qué número de empresas estarían dispuestas a abrir un negocio dentro de la misma.
La situación del hotel que se va a construir sobre el vestíbulo de la antigua estación es similar. Adif está esperando recibir alguna oferta de una compañía del sector que esté dispuesta a explotar el establecimiento. “Necesitamos la seguridad de que un grupo hotelero se va a encargar del edificio”, apuntan fuentes de Adif, añadiendo que no será hasta entonces cuando se comience con su construcción.
Cuando la empresa pública afronta proyectos similares al de Cádiz se negocia de manera conjunta la explotación de los equipamientos comerciales y hoteleros, lo que podría complicar aún más la búsqueda de un socio dispuesto a hacer frente a una inversión de este calibre en un momento de crisis como el actual.
El caso es que las administraciones están trabajando a contrarreloj para tener a punto todas las infraestructuras que dependen de ellas de cara al Bicentenario, y entre todas ellas juega un papel esencial la plaza Sevilla, que se plantea como el principal nudo de comunicaciones de la ciudad, ya que allí se situará el punto de conexión intermodal desde donde se podrá acceder a la estación de trenes, la nueva estación de autobuses, la terminal del catamarán, el tranvía y será el punto en el que conectará el tráfico que llegue desde la Avenida y el procedente del segundo puente a su llegada al casco histórico. Por tanto, se corre el riesgo de que justo en ese punto los visitantes que lleguen a la ciudad tengan como primer impacto un edificio sin uso.
Desde Adif se explica que su compromiso de cara al Doce es que estén listos los aparcamientos, que están en fase previa de licitación, la estación de autobuses, los nuevos viales, la rehabilitación de las columnas de la estación antigua y la rehabilitación de la muralla. El resto, dicen, “no es cometido de una empresa pública”, por lo que a día de hoy, nadie puede garantizar que una de las primeras visiones que se lleven los turistas del Cádiz de 2012 sea la de un gran edificio vacío.
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