El consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, descartó ayer que se vaya a registrar una intervención en CajaSur por parte del Banco de España y consideró que se deben exigir "sacrificios a todas las partes" en el proceso de fusión entre la caja cordobesa y Unicaja.
En declaraciones a los periodistas tras el acto de toma de posesión de la ex consejera Begoña Álvarez como consejera electiva del Consejo Consultivo de Andalucía, Ávila afirmó no cree "en absoluto" que se vaya a producir una intervención y consideró que la posición mantenida por ambas entidades, que emitieron el domingo un comunicado conjunto, supone "volver a apostar por una fusión, que es necesaria, y que refleja la necesidad de fortalecer el músculo financiero en Andalucía".
Asimismo, consideró que el posicionamiento de ambas entidades "despeja también posibles dudas que se pudiesen plantear o se hubiesen planteado durante la semana pasada acerca de si ese barco va a llegar a buen puerto".
En ese sentido, destacó el "esfuerzo" que se está realizando "que hay que valorar también en los planos positivos y en los avances", tras lo que recordó que "todo proceso de negociaciones tiene sus altibajos".
Preguntado por los costes posibles de la fusión, el consejero consideró que "cualquier proceso de este tipo exige sacrificios por todas las partes, porque son sacrificios que luego van a servir para algo, para que los puestos de trabajo estén más seguros, para que haya más músculo financiero y para que el sistema financiero andaluz salga fortalecido del proceso, pero no hay que verlo nunca como un hecho negativo hoy, sino que va a ser positivo mañana".
El consejero resaltó que mantiene contactos "permanentes" tanto con el presidente de CajaSur, Santiago Gómez Sierra, como con otros presidentes de otras cajas andaluzas, como Antonio Jara (Caja Granada), Braulio Medel (Unicaja), con los que incluso mantuvo una reunión institucional en días pasados. "Tengo el teléfono siempre abierto y hablo con todo el mundo", agregó Ávila.
Precisó que esta fusión es "un proceso abierto, y, como cualquier otro proceso de negociación, tiene altibajos, que ayer fueron suficientemente apartados de lo que pueda ser el normal desenvolvimiento que todos queremos", por lo que descartó que haya existido o vaya a existir ultimátum, una palabra "que supone exigir que se cumpla algo sin posibilidad de vuelta atrás, y eso es difícil de entender cuando hay una negociación".
"No entiendo que haya habido ultimátum en ningún sentido, sino que hay un proceso abierto, que necesariamente, al hablar de recursos financieros, de instituciones arraigadas y de trabajadores, requiere lógicamente sentarse, como están haciendo, y poner encima de la mesa toda la información para tomar decisiones que sean lo más positivas para el futuro y eso se está haciendo, pero sin necesidad de ultimátum", aseveró Ávila, quien se mostró "seguro de que va a culminar" el proceso de fusión de ambas entidades.
Por su parte, el consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Manuel Recio, manifestó ayer en Córdoba que "en un proceso complicado, como es una fusión de cajas siempre hay altibajos", si bien se mostró "esperanzado" en que se llegará a buen puerto, por lo que consideró que hay que dejar trabajar a las partes.
De este modo, Recio dijo estar convencido de que "lo mejor para todos es que se cumpla el plan económico de fusión que habían acordado las dos cajas".
Críticas desde los sindicatos
Por su parte, el secretario general de UGT Andalucía, Manuel Pastrana, exigió ayer a CajaSur que "deje de tirar balones fuera" en el proceso de fusión iniciado con Unicaja, y "deje de buscar responsabilidades fuera de la propia entidad" sobre la actual situación de la caja cordobesa.
En declaraciones a los periodistas, Pastrana instó a los dirigentes de CajaSur a que "hagan un esfuerzo de una vez por todas" para facilitar el proceso de fusión y "no jueguen más a la retranca en la negociación", con el objetivo de cerrar el proceso de fusión con Unicaja con la menor pérdida de puestos de trabajo posible.
"Aquí hay unos responsables muy claros de cómo está y por qué está así" CajaSur, sostuvo Pastrana.
En su opinión, el mantenimiento del mayor número de empleos posibles en ambas cajas debe ser la finalidad de ambas entidades financieras y de las organizaciones sociales implicadas en el proceso, si bien también ha pedido que se tenga en cuenta la viabilidad de la nueva caja resultante.
Consideró que "lo primero" que deben hacer Unicaja y CajaSur es "pensar en cómo debe constituirse la nueva caja" y "dejar de pensar en el ahora y hacerlo en el futuro de la nueva entidad", es decir, que ambas cajas se interesen más por la viabilidad de la futura caja que por su situación particular en el encaje de la nueva entidad.
Mientras, el sindicato CCOO-A pidió que "se imponga el sentido común" en el proceso de fusión entre Unicaja y CajaSur aunque apuntó la existencia de "diferencias importantes" entre ambas entidades.
Fuentes de Comfia CCOO-A indicaron a Europa Press que en el ámbito público "siempre hemos mantenido que es conveniente que se imponga el sentido común y ello quiere decir que las discrepancias que existan entre los distintos gestores y administraciones de ambas cajas no tengan una proyección pública que genere inquietud en la clientela de una y otra caja".
Por ello, consideraron "bueno" que "se imponga el sentido común", aunque advirtieron de que el comunicado conjunto de ambas entidades sobre la fusión "no deja de evidenciar que existen diferencias importantes en el marco de la fusión, principalmente por la posición que se está manteniendo por parte del consejo de administración de CajaSur".
De esta forma, indicaron que si el comunicado conjunto de ambas cajas "implica un ejercicio de responsabilidad, pues bienvenido sea", tras lo que destacaron que desde CCOO "se viene realizando ese ejercicio de responsabilidad para contribuir a las tres principios claves de empleo, viabilidad y mantenimiento del modelo social de las cajas de ahorros".
Asimismo, recordaron que "en coherencia con este ejercicio de responsabilidad", CCOO "ha renunciado a utilizar a los 8.000 trabajadores de ambas cajas como ariete o arma arrojadiza, a diferencia de lo que se está haciendo de forma instrumentalizada por parte de los dirigentes de la cúpula de CajaSur".
"Hemos adoptado una posición responsable en el ámbito de la mesa laboral en la que habrá margen para la negociación siempre y cuando se sea consciente de que el objetivo de reducción de costes de personal no puede buscarse por la vía de medidas traumáticas ni considerando que los paganos de una pésima gestión en CajaSur vayan a ser los trabajadores a pie de caja y menos aún de la caja que está en buenas condiciones económicas", aseveraron las fuentes sindicales.