La especulación más lógica ronda alrededor de la Consejería de Cultura, puesto que algunas informaciones apuntan a que se integrará en Turismo, como ocurría hace un par de legislaturas, o incluso en Educación, bajo la batuta de Mar Moreno. Sin embargo, el anuncio hecho ayer en una entrevista en Canal Sur Radio de Griñán de que la presidencia del partido no exige dedicación exclusiva, pone en cuarentena la salida de Torres del departamento.
Tampoco se salva de esta reestructuración Empleo que pasaría a Innovación, conformándose un macrodepartamento bajo la dirección de Martín Soler, aunque también se especula con que Vivienda y Ordenación del Territorio vuelva a Obras Públicas, haciendo posible que se libere a Juan Espadas como candidato a la Alcaldía de Sevilla.
Otro departamento en tela de juicio es el de Presidencia, con Antonio Ávila -hombre de confianza de Griñán desde que aterrizara en la Consejería de Economía y Hacienda- en entredicho por su escaso peso político, al igual que el portavoz del Ejecutivo, dado que la política de comunicación de la Junta se ha cuestionado en varias ocasiones. Se ha llegado a hablar de situar a Rosa Aguilar, de las más valoradas del Gobierno andaluz, como portavoz, a la que le atribuyen dotes de buena comunicadora.
Pero si hay un cargo que desde hace meses se está sorteando es el de portavoz parlamentario, con un Manuel Gracia, uno de los pocos diputados de las primeras legislaturas, más que perjudicado en las quinielas. La vuelta de José Caballos o Paulino Plata son algunas de las posibilidades barajadas, aunque de la que más se habla es la de Mario Jiménez, parlamentario y actual secretario provincial del PSOE onubense.
Al respecto, el propio Jiménez -que es uno de los que más sacan de quicio a los populares, incluyendo algunos insultos por su forma de vestir en los plenos- afirmaba ayer que que “nadie me lo ha ofrecido ni me lo he planteado”, por lo que su trabajo está en “continuar con responsabilidad y dedicación” al frente del PSOE onubense. “Ésa es mi prioridad”, añadió.
Las prisas de estos cambios la sitúan en el próximo viernes, día en el que el Gobierno celebrará en Andalucía el Consejo de Ministros para aprobar la Ley de Economía Sostenible y jornada previa a la conclusión del plazo para cerrar el contencioso de la deuda histórica.
Pero Griñán insiste: ni siquiera ha llegado a ese puente, sólo reconocía en la entrevista radiofónica que tomaba nota de las quinielas que hacen los periodistas. El presidente de la Junta sólo ha confirmado que realizaría cambios en su Gobierno si, en julio, cuando se elaboren las listas para las municipales, alguno de sus consejeros era elegido como candidato, o cuando la aplicación de las dos leyes locales -cuya aprobación se prevé para junio- obligue a reestructurar competencias, aunque advertía que podía ser en la próxima legislatura. Mientras, a seguir apostando.
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