Miguel se olvidó el móvil en la casa de su ex novia la noche que desapareció Marta
El asesino confeso de la joven Marta del Castillo, Miguel C. D, dijo ayrr que no sabe donde está el cuerpo de la víctima, en la única pregunta que ha respondido al término de la audiencia previa al juicio con jurado.
Al término de una sesión de 14 horas de duración, el juez de instrucción 4 de Sevilla preguntó al joven si deseaba declarar, a lo que Miguel contestó de forma negativa, y entonces el magistrado le dijo que "solo deseaba hacerle una pregunta: dónde está el cuerpo de Marta".
Miguel, con la cabeza baja entre los hombros, respondió simplemente: "No lo sé", según han relatado a los periodistas abogados personados en la causa.
Miguel, al contrario de lo que se informó a mediodía, no pidió declarar en la audiencia celebrada ayer, a la que han asistido los cuatro acusados, que se enfrentan a una petición del fiscal de entre cinco y 52 años de cárcel.
Los imputados se sentó en primera fila, Miguel lo hizo en solitario en uno de los bancos y en el otro se sentaron su hermano Francisco Javier D. M, la novia de éste María G. M. y Samuel B. P, amigo de Miguel acusado de ayudarle a deshacerse del cuerpo de Marta tras la violación y asesinato ocurridos el 24 de enero de 2009.
La sesión termió a las 22.30 horas tras la intervención de Francisco Javier y de María, que se ratificaron en sus declaraciones de que no se enteraron de lo que sucedió aquella noche en el piso de la calle León XIII de Sevilla, donde presuntamente Marta fue asesinada y violada por su ex novio Miguel y el menor de edad Javier G. M.
La declaración más larga fue la de Rocío P. G, de 16 años, ex novia de Miguel que aseguró que éste se olvidó su teléfono móvil en su domicilio de Camas (Sevilla) cuando salió en la madrugada posterior al crimen, lo que invalidaría su coartada de haber permanecido en el lugar, avalada por las antenas de móviles.
Según los abogados, cuando uno de ellos ha llamado la atención de la joven por las cinco declaraciones diferentes que hasta ahora ha realizado en torno a lo ocurrido aquella noche, la joven respondió: "Si he mentido a la Policía, puedo mentir a cualquiera".
Rocío P. G, el único testigo que declaró protegido por una mampara, ratificó ante el juez su declaración policial de septiembre de 2009, cuando aseguró que Miguel le confesó el crimen y que hacia la 1.30 horas de la madrugada salió de su vivienda por una ventana y se alejó con el motor de la moto apagado.
No obstante, cinco miembros de la familia de esta joven, que también declararon como testigos, incurrieron en contradicciones sobre la altura, forma y otros detalles de dicha ventana, según los citados abogados.
Rocío también aseguró que las cartas que envió a Miguel a la cárcel, en las que le urgía a desvelar datos de la muerte de Marta, las escribió por dictado de la Policía.
Rocío compareció por espacio de casi dos horas y a la salida sufrió una crisis de ansiedad, gritando y llorando, y quedó tendida en un banco, donde fue asistida por una forense del juzgado.
En la jornada de ayer declararon también la madre del menor de edad Javier G. M, acusado de los mismos delitos de violación y asesinato, quien aseguró que su hijo regresó a casa la noche del crimen a las 23.30 horas y no volvió a salir.
También dijo que su hijo "siempre le ha dicho que no sabe nada" del crimen y que "está deseando echarse a la cara a Miguel para que le diga por qué le hace esto".