Según el servicio de estadística de la Junta de Andalucía, en el 2008 se escolarizaron en la provincia unos 345 alumnos aproximadamente con necesidades educativas especiales, siendo veinte el número de monitores cuidadores y cincuenta y siete los profesionales de PT. “Unos datos que corroboran que la Ley no se está aplicando, y lo peor es que los derechos de nuestros hijos están siendo omitidos e ignorados”. El colectivo critica la dejadez de la Administración autonómica en este aspecto y dice que la “única preocupación de la Junta es que los colegios sean centros TIC, Escuelas de Paz, dispongan de comedor y sean bilingües”, y añade que “nos venden siempre la integración y no es real, reivindicamos sólo lo justo. De nada vale tener unas infraestructuras buenas cuando no están bien atendidos”. Saborido no comprende cómo “cambian un ordenador por un monitor de integración”. En esta situación, los padres entienden que manifestarse es la única manera de buscar soluciones a la falta de profesionales que tratan alumnos con dificultades, “que padecen problemas entre comillas”.
Por contra, desde Educación niegan que se haya producido recortes de estos profesionales, es más, el organismo apunta que el número de profesores de Pedagogía Terapéutica y monitores ha aumentado de manera notable en este curso escolar 2008/09, pese a las afirmaciones de estos padres, que hablan de que no hay personal que pueda ocuparse de estos niños con necesidades educativas especiales. De hecho, insisten en en que, dada la falta de profesores hay niños que, tras ser diagnosticados, no pueden seguir siendo tratados adecuadamente en el colegio. La Junta dice además conocer las reivindicaciones del conjunto de padres y “se ha atendido muchos de estos casos de forma individualizada”.
En este encuentro, Mª Ángeles Fernández, una madre que tiene a su hija escolarizada en El Membrillar destacó la carencia de medios de este centro educativo que se inauguró este curso. Así, no hay mobiliario para las dos únicas aulas de infantil con las que cuenta el centro que no goza de autonomía, sino que depende aún del CEIP Antonio de Nebrija. Para más inri, carecen de portero automático y en más de una ocasión alguna madre ha tenido que saltar la reja para buscar a sus hijos. Los padres dicen sentirse “muy decepcionados” con el colegio que les ha tocado.
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