La Gatera

El relojero de la guerra

Siempre que cierro la última página de una novela de mi querido y muy prolífico Luis Mollá me reafirmo en el lujo que es que alguien tan documentado tenga...

Publicado: 24/11/2022 ·
11:29
· Actualizado: 24/11/2022 · 11:29
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Autor

Rosa G. Perea

Rosa G. Perea es escritora. Es cofundadora del Club de Lectura del Ateneo de Sevilla y editora en Almuzara

La Gatera

Como escritora, editora y colaboradora en medios de comunicación, Rosa G. Perea habla de todo, predominando la cultura

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Siempre que cierro la última página de una novela de mi querido y muy prolífico Luis Mollá me reafirmo en el lujo que es que alguien tan documentado tenga además ese magnífico don para contar historias.  Hoy les hablo del “El relojero de la guerra” donde narra la historia de una obsesión; la del Primer Ministro británico, Churchill, por cazar a un espía alemán, que infiltrado en las inmediaciones de Scapa Flow, la principal base naval inglesa, pasó información para que un submarino germano entrara en el puerto donde estaba atracada una gran parte de la flota anglosajona.

Se trata de uno de los episodios más literarios que ha dado la Segunda Guerra Mundial. Un hecho que el autor aprovecha para novelar una intrigante trama con dos protagonistas de fuste que disputan su partida de ajedrez, moviendo sus respectivas piezas para llegar al jaque mate definitivo. Inteligencia y astucia sobre el tablero de la vida se ponen al servicio de ambos, con objetivos opuestos; el de Churchill, cazar al enemigo, el del espía, apodado Comadreja, huir para no ser descubierto y tramar nuevos complots.

Narrado con la pericia de quien conoce al dedillo el juego narrativo empleado en las buenas novelas de espías y aderezado con el saber que da el llegar a capitán de navío en su vida profesional, Luis Mollá describe los precisos movimientos y maniobras de Comadreja para posicionarse en Scapa Flow, los preparativos y la incursión del U-47 en la ensenada de base naval, así como las estrategias utilizadas por ambos bandos para acabar con el enemigo.

Los archivos de la Abwehr, el CNI alemán, fueron confiscados por los ingleses tras la II Guerra Mundial y todos los agentes de campo alemanes fueron neutralizados. Todos menos uno apodado Comadreja, que nunca fue localizado y pudo haber dirigido el ataque del submarino U-47 en la rada de Scapa Flow, que culminó con el hundimiento del crucero Royal Oak.

Luis Mollá, natural de Tarifa (Cádiz), es Capitán de Navío de la Armada, piloto naval y diplomado de Estado Mayor. Tiene una carrera tan prolífica en obras marítimas como en numerosos premios reconocidos.

Actualmente está preparando un ensayo sobre la Historia de los naufragios.

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