Un total de 25 ejemplares de cercetas pardilla, una de las especies de pato más amenazada de Europa y que se encuentra en situación crítica en España, han sido soltadas en el Paraje Natural Desembocadura de Guadalhorce, en Málaga, como parte del proyecto LIFE Cerceta Pardilla, coordinado por la Fundación Biodiversidad y en el que participa la Junta de Andalucía.
En la suelta ha participado el delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Málaga, José Antonio Víquez Ruiz, quien ha explicado que esta especie es una pequeña anátida que hasta mediados del siglo XX abundaba en los humedales costeros mediterráneos, especialmente en Doñana, "pero en las últimas décadas su declive ha sido tan drástico que ahora está declarada en situación crítica".
Debido a que los humedales sufren el impacto de la sequía, la contaminación, la proliferación de barreras artificiales y otras amenazas, causadas por actividades humanas, ha considerado que "la pérdida y degradación del hábitat es su mayor amenaza".
Para revertir el riesgo de extinción de la especie y favorecer su hábitat, el proyecto LIFE Cerceta Pardilla ha emprendido un conjunto de acciones para reforzar sus poblaciones en el medio natural, mejorar el estado de los humedales y ampliar el conocimiento científico de la especie. Y entre las actuaciones, se encuentra la suelta de ejemplares criados en cautividad.
Las aves proceden del Área de Recuperación de Especies Amenazadas del Zoobotánico de Jerez, que el pasado mes de junio recepcionó huevos de cerceta pardilla resultantes de una acción de rescate, realizada por la Junta de Andalucía en la Reserva Natural Concertada Dehesa de Abajo, en Sevilla, según han informado desde la Junta en un comunicado
De los más de 300 huevos recibidos, se lograron desarrollar un total de 146 pollos de distintos tamaños, que se están soltando este mes en diferentes humedales repartidos por la geografía andaluza.
En la provincia de Málaga, los lugares seleccionados para estas sueltas han sido la Desembocadura del Guadalhorce y la Laguna de Fuente de Piedra. Esta última ya albergó liberaciones de cerceta pardilla en las primaveras de 2021 (16 ejemplares) y 2022 (20 ejemplares), habiéndose constatado la reproducción de, al menos, una pareja en 2021 y dos en 2022, lo que según ha asegurado el delegado territorial "supone una buena noticia para la especie y para el medio ambiente de nuestra provincia".
El Paraje Natural Desembocadura del Guadalhorce se estrena con esta suelta como escenario del proyecto LIFE Cerceta Pardilla. El pasado día 15 de noviembre se trasladaron a una de sus lagunas 25 ejemplares de esta especie amenazada, que han permanecido en un jaulón construido expresamente para ellas, con objeto de que se aclimaten al lugar. Los ejemplares están marcados con anillas de lectura a distancia y algunos de ellos llevan un emisor GPS, que permitirá conocer sus movimientos tras la suelta.
José Antonio Víquez Ruiz ha valorado que la Desembocadura del Guadalhorce "es un espacio natural de gran relevancia para la fauna silvestre que, por su proximidad a la capital, acoge un gran número de visitantes, siendo fundamentales las buenas prácticas en las visitas para las especies tan significativas que la habitan".
La Desembocadura del Guadalhorce, declarada Paraje Natural por la Junta de Andalucía en el año 1989, ocupa una superficie de 82 hectáreas. Tiene un alto valor ornitológico --con más de 260 especies de aves--, ya que además de constituir un excelente hábitat para las aves acuáticas, es uno de los puntos de escala y descanso más importante para las aves migratorias del litoral.
Entre las especies que se observan con facilidad en sus lagunas es notable la malvasía cabeciblanca, otra anátida amenazada, que está presente en la Desembocadura del Guadalhorce durante todo el año.
En esta estación destacan también el águila pescadora, con varios ejemplares invernantes o el martín pescador, además de otras aves más gregarias, como el cormorán grande o las garcillas bueyeras, que tienen en la Laguna Grande sus dormideros.
También es relevante la presencia del chorlitejo patinegro, una pequeña ave limícola que, gracias a las tareas de protección del hábitat litoral, consigue encontrar en este espacio natural protegido una de sus escasas áreas de cría. La playa del Paraje Natural, con sus escasos 1.200 metros de longitud, constituye uno de los únicos tramos de litoral protegidos en nuestra provincia.
Las principales pautas para la visita son: no salirse de los caminos; en caso de llevar perro, tenerlo convenientemente sujeto; y evitar los ruidos, especialmente en los observatorios de aves con los que cuenta el Paraje Natural.
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