Cabe recordar que las familias denunciantes interpusieron hasta siete querellas con el fin de que los imputados sean condenados con la pena máxima contemplada para estos delitos, que asciende a diez años de prisión.
Asimismo, la acusación particular solicitará 60.000 euros por cada afectado y la devolución de lo que pagaron (cantidades que iban desde los 9.000 a los 15.000 euros en calidad de supuesto donativo a la investigación) mientras que la Fiscalía pide 6.000 euros por cada afectado, así como la devolución de lo desembolsado. También solicitarán la inhabilitación de los dos médicos de la clínica Costa Noroeste de El Puerto de Santa María, Rafael Tomás Quintanilla y Emilio de la Rosa.
El último día del juicio terminó con la intervención de la defensa de Juan Manuel Acosta, quien dijo que su cliente realmente “se creía lo que él vendía”, dejando entrever a que a día de hoy Acosta sigue creyendo en su producto ‘milagro’. Así, el abogado de Juan Luis Andrades aclaró que, al haber hay víctimas, este caso debería ser juzgado por la vía civil y no penal, aclarando que penalmente su cliente no ha cometido ningún delito al estar convencido de lo que decía Acosta, siendo ahora cuando se ha desengañado.
El letrado de Rafael Tomás Quintanilla sentenció que a su cliente también le “engañaron” mientras que el de Emilio de la Rosa incidió en que contra su cliente no había pruebas. Por último, la defensa de Rocío Andrades, hermana de uno de los supuestos cabecillas quien presuntamente hacía labores de enfermera, incidió en que que ella nunca estuvo en la clínica, aunque después dijo que “sí” pero sólo de visita. Ahora, ya sólo queda esperar a que salga la sentencia.
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