La desconexión del PSOE de la sociedad andaluza, constatada en las recientes elecciones autonómicas, lejos de menguar, avanza sin freno. El Barómetro Andaluz, por mucho que lo cocine el discutidísimo Centra, confirma una evidencia a los ojos de todo el mundo, menos para la cúpula socialista: que el PSOE andaluz -otrora la mejor maquinaría electoral del país- no ha tocado suelo y sigue cayendo en barrena. Para explicar esta pérdida de respaldo ciudadano que comenzó hace una década, habría que analizar varios factores que no son responsabilidad precisamente de la actual dirección del PSOE andaluz, como el relevo entre los expresidentes Chaves y Griñán y la crisis interna que provocó, el caso de los EREs,las aspiraciones fallidas de Susana Díaz en la política nacional, la gestión deficiente de los socialistas en las últimas legislaturas, el desgaste de casi 4 décadas de gobiernos socialistas, etc…
Ahora bien, el PSOE de Juan Espadas tampoco está dando síntomas de rebelarse para invertir esta inercia decadente. Y estas últimas semanas hemos vivido episodios impensables en otras etapas no tan lejanas de la consideraba federación socialista más potente. Como si no les incumbiera, han dejado que el PP les quite la bandera del andalucismo -con la inestimable ayuda del ínclito Alejandro Rojas Marcos- y que el presidente Moreno se agencie de la fecha del 4 de diciembre comprándole al ex fundador del PA la celebración del Día de la Bandera andaluza.
De la efeméride de los 40 años de la histórica victoria de Felipe González se ha hablado y mucho de la torpeza mayúscula de no invitar a Alfonso Guerra, pero pocos están preguntándose como en un acto tan relevante en Andalucía, solo se anuncia al ex presidente homenajeado y al presidente Pedro Sánchez. Ni una línea sobre Juan Espadas. No me imagino en el pasado un cartel de este calado sin Chaves, Griñán o Díaz como anfitriones. Y otra muestra de la debilidad de la dirección del PSOE andaluz es el espectáculo lamentable que están dando los 3 ayuntamientos más importantes que gobiernan los socialistas en Andalucía (Sevilla, Huelva y Jerez) en la carrera por acoger la Agencia Aeroespacial española. Un PSOE engrasado y coordinado no hubiera permitido esta puja entre consistorios del mismo color político que no hacen sino debilitar la potente candidatura sevillana frente a otras ciudades españolas. Años atrás, algún dirigente hubiera pegado un puñetazo en la mesa y hubiese puesto orden.
Solo un PSOE unido y con liderazgo interno tendrá alguna oportunidad de recuperar el caudal de respaldo ciudadano que le encumbró durante la autonomía. Y eso parece estar lejos, vista la inacción ante agresiones externas, guerras internas y falta de peso ante la calle Ferraz.
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