La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, reconoció ayer que actualmente se está produciendo un "colapso" por la falta de financiación de los créditos que necesitan los productores para las campañas agrícolas.
Según la consejera, no todas las entidades financieras tienen las "misma disponibilidad y sensibilidad" y, además, esto se agrava con que hay sectores considerados de "alto riesgo" como el porcino ibérico, que atraviesa grandes dificultades porque las entidades no quieren ni avalar ni dar préstamos a estos productores.
El motivo es que las entidades consideran al sector del porcino ibérico como de "alto riesgo, como ocurre actualmente con la construcción", expuso Aguilera en un encuentro con los medios de comunicación para hacer un balance agrario.
Para intentar solventar estas dificultades, la Consejería de Agricultura puso en marcha en 2009 un fondo para pymes agroalimentarias destinado a financiar inversiones, si bien este año se ha reorientado y se destinará a avalar el circulante para resolver problemas de tesorería, ha explicado.
Respecto a los problemas derivados de la bajada del precio del aceite de oliva, Aguilera dijo que no hay motivos que justifiquen esa evolución, si bien añadió que hay que esperar a que termine el mes de febrero.
No obstante, dejó claro que, si se mantiene esta evolución, la Junta pedirá que se active inmediatamente el almacenamiento privado del aceite para frenar la caída del precios, al tiempo que ha abogado por fortalecer la oferta.
Puso de manifiesto también la voluntad de la Junta de que se siga produciendo algodón en Andalucía, "única zona histórica de producción" de este cultivo, y para ello defendió poner un suelo de rendimiento a raíz de la caída continuada.
También se refirió la consejera a las lluvias caídas en Andalucía en los últimos dos meses y que "agravan semanalmente" la situación de algunos cultivos, y en este sentido avanzó que los tres millones que se destinaron para arreglar los caminos rurales como una medida de emergencia se ampliarán próximamente.
Clara Aguilera también defendió el mantenimiento de las ayudas a la agricultura para la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) y rechazó que sea una agricultura subvencionada, si bien defendió la idea de darle credibilidad social a las ayudas.
La consejera afirmó que la aportación positiva de la agricultura a la creación de riqueza y empleo y al cuidado del medio ambiente justifica las ayudas que recibe, y que en 2009 se elevaron a 1.870,7 millones de euros, lo que supone el 22% de la renta agraria andaluza.
No obstante, admitió que ante la sociedad es "difícil de justificar" las ayudas que reciben los agricultores en concepto de derechos históricos y no por producir (el llamado pago único), por lo abogó por dotar de credibilidad social a la nueva PAC y poner en valor la aportación del sector agrario y ganadero.
La consejera consideró "injusto" que se tilde de subvencionada a la agricultura y apostilló: ¿o es que otros sectores como el financiero y el automovilístico no han tenido apoyo del Estado".
Balance agrario de 2009
La consejera de Agricultura presentó también el balance agrario de 2009, en el que la producción agraria bajó un 7,1% respecto a 2008 hasta 9.653 millones (el 68% correspondió a frutas y hortalizas y a aceite de oliva), y en España el descenso fue más acusado, del 10,6%.
Asimismo, la renta agraria cayó en Andalucía un 3,3 por ciento en 2009 hasta 8.562 millones (en España bajó un 5,3 por ciento y en la UE un 12,2 por ciento), y destacó la incidencia del aceite de oliva en un 26 por ciento en la pérdida de renta agraria.
Expresó su preocupación por esto, ya que, "si no hay renta digna, no hay agricultores", aseguró Clara Aguilera.
Algunos factores que han influido en la pérdida de renta han sido los precios de las materias primas y los costes de producción (energía y carburantes), así como los insuficientes mecanismos de regulación de mercado para frenar la "alta volatilidad" entre los precios que pagan los consumidores y las rentas agrícolas.
Esto se debe a la gran concentración de la oferta y puso como ejemplo que hay 700 cooperativas que venden aceite y cinco grandes grupos comprando, algo que, en principio, puede beneficiar a los consumidores pero que, si se consolida, se llegará a situaciones de monopolio u oligopolio, advirtió la consejera.
Apuntó que la Consejería ha destinado tres millones de euros para fomentar procesos de concentración de la oferta y apostó por avanzar más en este campo.
También se refirió a los acuerdos de asociación de la Unión Europea con terceros países y dejó claro que se debe exigir los mismos requisitos de calidad, seguridad y trazabilidad que tienen todos los productos que se consumen y producen en Europa y, además, pidió que se contemplen actuaciones en los territorios donde esos acuerdos tienen una incidencia directa.