Que el Club Waterpolo Chiclana compita y lo haga al máximo nivel es un auténtico milagro, para aquel que no lo conozca, y un milagro con nombre y apellidos para aquellos que saben un poco de su ya dilatada historia.
Si sobrevive compitiendo como los mejores es gracias a su forma de ser y que desde su nacimiento sabe sortear dificultades sin ayuda alguna mejor que ninguno. A nadie se le debe escapar que disputar sus partidos fuera de su casa es una anormalidad, y que lejos de hacer ley de la costumbre anhela como el que más se ponga fin a esta situación que padece desde hace años, y que soluciona con cuidados paliativos gracias a sus acuerdos con la Armada en San Fernando y los Ayuntamientos de Conil y Jerez, a los que estará eternamente agradecidos por su comprensión y soluciones, las que echa de menos en su pueblo, pues de cariño institucional estamos completo.
Si esto es posible es gracias a su talante dialogante, siempre con argumentos, y si puede presumir de algo, más que de su palmarés, es que siempre se nos atiende y se nos abren las puertas como club amable y no como un club incómodo.
Desde esta forma de ser, y ante un momento único, entendemos que es más que saludable que en un Pleno municipal se trate de nuestra situación y carencias, y de sus posibles soluciones, que de camino son las de nuestro pueblo. Que las soluciones deben venir desde el máximo consenso y con el apoyo de todas la instituciones. Imposible vemos desde nuestro punto de vista que sea una sola y que nuestro papel, muy lejos de la política, es el de aunar esfuerzos y voluntades. El tanto cuando llegue que se lo apunte quien quiera, nosotros nos quedamos a uno del ascenso y es el que nos duele. Por encima de las personas quedan las instituciones, los hechos y sus obras, y sí es el momento. Con nuestros primeros equipos aspirando a lo máximo y a menos de un año de las elecciones municipales, es AHORA O NUNCA, LA NECESIDAD NO PUEDE ESPERAR MÁS.
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