Manu Trigueros, centrocampista del Villarreal, se ha convertido gracias a sus posados veraniegos, diferentes a los habituales en los futbolistas, en un "influencer" de pueblo con sus reclamos en las redes sociales, en las que aparece como pescador, bañista o mientras poda el jardín, "actividades habituales en una familia clásica", aunque también le guste "ir a Ibiza con sus compañeros".
El jugador, nacido en Talavera de la Reina (Toledo) hace 30 años y que lleva desde el inicio de su carrera deportiva en el Villarreal, ha pasado a ser uno de los personajes de moda en Instagram por esto posados, aplaudidos por aficionados al fútbol y por los que no lo son y en los que muestra una imagen muy alejada del estereotipo de jugador de fútbol profesional.
Así, Trigueros posa con camisetas de tirantes, mientras come cocido en casa de su madre o con su niña en la playa ataviado con sombrero, sombrilla, hamacas, chanclas y juegos de arena, en una estampa más propia de la serie "Cuéntame" que de lo habitual entre futbolista de alto nivel.
No es el suyo el caso de aquellos que suben imágenes en restaurantes y en yates de lujo, sino que las vacaciones que traslada Trigueros son las del ciudadano de a pie, con comida de merendero y días de playa al más puro estilo clásico.
El jugador señaló a Efe que él es así. "Esa es mi forma de ser y de hacer las cosas, por lo que las fotos son las normales de cualquier verano", dijo.
Alguna de ellas está tomada en la casa de sus padres en Talavera de la Reina, donde no deja de acudir unos días cada verano. "Salí muy joven de allí y me gusta regresar y pasar con mis padres el tiempo que no puedo estar durante la temporada. Estoy con ellos, como con ellos, voy al bar con mis amigos...", explicó el futbolista.
Sobre la imagen mientras come un cocido manchego, señaló que es algo que nunca se perdonaría dejar de hacer. "Es mi comida preferida en mi casa, la comería siempre", señaló. Por eso decidió inmortalizarla, al tiempo que señaló que la camiseta que lleva es de las que les da el club y que el vino es de la bodega en la que trabaja su hermana.
Trigueros vive durante todo el año en Benicàssim, una ciudad costera y turística cercana a Vila-real, por lo que comparte sus vacaciones entre su ciudad natal y este lugar, en el que vive cerca de la playa de Voramar, donde es vecino de alguno de sus compañeros de equipo y donde baja a la playa con su familia.
La pregunta es la de por qué un jugador con una vida normal y que ha terminado sus estudios de Magisterio, ha decidido entrar en las redes sociales, en las que ha conseguido tener más repercusión que futbolistas muchos más activos que él.
En el capítulo de las redes, fueron sus compañeros los que le picaron, ya que Jaume Costa, Mario Gaspar, Alberto Moreno o Sergio Asenjo, alguno de ellos amigos y vecinos, le motivaron para que se adentrara en ese mundo. "Decidí abrir un perfil en Instagram para hacerles la contra, con la idea de seguir la broma", indicó.
Así, son celebradas las imágenes del jugador vestido de pescador mientras pesca en su piscina verde, ya que le hacían bromas sus compañeros por no tenerla con el agua cristalina, o sus vídeos y fotos de agricultor o jardinero, tanto en casa como en el pueblo.
Esta serie de publicaciones fueron celebradas por los seguidores del Villarreal, que ya tenían a Trigueros como un referente en esta red social, aunque el interés despertado nada tenía que ver con el de las últimas semanas en las que ha dado un salto a nivel nacional con una subida hasta los 25.000 seguidores.
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