El envejecimiento en Andalucía se ha disparado este año hasta el 111,8 %, el mayor aumento interanual de toda la seria histórica, y la relación cotizante-pensionista aún se sitúa lejos de la tasa que, según los expertos, sería necesaria para superar el déficit contributivo de la Seguridad Social.
Según un informe difundido este miércoles por la Fundación Adecco, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística, en Andalucía se contabilizan 111 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, un fenómeno cuyos efectos son particularmente visibles en el mercado laboral.
A pesar de este elevado crecimiento, Andalucía sigue siendo una de las regiones más "jóvenes" de España, con una tasa de envejecimiento más baja que la nacional (133,5 %), y actualmente ocupa el puesto número 15 en el ránking de comunidades más envejecidas (solo Baleares (108 %) y Murcia (92 %) registran índices más bajos que la región andaluza).
Por provincias, lidera el ránking de envejecimiento Jaén (137,6 %), seguida de Córdoba (133,8 %); Granada (119,1 %); Málaga (115,2 %); Cádiz (108,9 %); Huelva (108,7 %) y Sevilla (102,6 %).
La tasa de natalidad alcanzó en 2021 el mínimo histórico en Andalucía, con 7,7 nacimientos por cada 1.000 mujeres, un 39 % menos que hace una década y, aunque la tasa de fecundidad se recuperó ligeramente con respecto a 2020, anotó un valor mínimo de 1,27 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional (2,1).
Esta crisis demográfica tiene un gran impacto en otro indicador: el ratio de afiliados por pensionista, que se sitúa en Andalucía en un 2, aún lejos de la tasa de 2,6, que sería necesaria para que desapareciera el actual déficit contributivo de la Seguridad Social.
"El ratio actual no garantiza la sostenibilidad del sistema de pensiones y exige dar respuesta urgente a retos como la cronificación sistemática del desempleo entre los profesionales más veteranos, invertir más recursos para regularizar la economía sumergida o impulsar incentivos fiscales y laborales para impactar en las familias y estimular la natalidad", señala el informe.
Además, según el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, los planes privados y de capitalización "habrán de adquirir una progresiva importancia, como ya sucede en países como Alemania, Reino Unido o Dinamarca".
Para Mesonero, la discriminación laboral por edad es "una absoluta sinrazón, en medio de un invierno demográfico en el que la edad de jubilación tiende al alza y en el que los profesionales sénior van a convertirse en la fuerza laboral dominante".
Así, el 20 % de las personas que tienen trabajo o lo buscan en Andalucía tiene 55 años o más, frente al 10 % de hace una década, y en 2030 alcanzarán el 30 % de la población activa.
A pesar de este peso cada vez mayor de la fuerza laboral sénior, se produce una paradoja, ya que las personas mayores de 55 años encuentran dobles barreras para acceder al mercado laboral.
En la actualidad, 138.800 profesionales que superan esta edad buscan trabajo en Andalucía y el 58 % es desempleado de larga duración, una cifra que desciende hasta el 47 % para el resto de la población.