En estos últimos veinte años se han puesto en marcha multitud de iniciativas de desarrollo rural, muchas de ellas paralelas o forzadas por los grandes cambios que han supuesto para la economía del sector primario los vaivenes y reveses de la política agraria comunitaria, que, ya sea por sectores o por criterios de repartos de fondos, siempre han obligado a los habitantes del medio rural a adaptarse permanentemente, buscando una competitividad o una diferenciación que los defendiera de la propia Europa o de países terceros.
Con un sector agrícola y ganadero en permanente fluctuación (que nunca llega a su fin), la segunda cara de la moneda ha sido el mantener a la población en el medio rural, una necesidad que se cuajó a principios de los 90 con los primeros programas de desarrollo. Mientras desde Europa se establecía la experiencia piloto de la Iniciativa Comunitaria Leader con el objetivo de diversificar la economía de las zonas rurales, en Andalucía se desarrollaba de forma paralela el Plan de Desarrollo Rural de Andalucía (PDRA). Los primeros nueve Grupos de Acción Local -precedentes de los Grupos de Desarrollo Rural (GDR) actuales- de la iniciativa Leader I centraron sus esfuerzos en el turismo rural como alternativa de diversificación económica, pero ya en el 1994 la reforma de los fondos estructurales daba un giro a la iniciativa para priorizar la innovación y configurar la Iniciativa Leader II, con lo que aumentaban a 22 los ya Grupos de Desarrollo Rural.
La conjunción del proder y el leader
Dos años después se redactaba el Programa Operativo de Desarrollo y Diversificación Económica de las Zonas Rurales, el Proder, un programa nacional complementario al Leader II, que ya contaba entonces con 27 GDR, que conseguiría que la práctica totalidad del territorio andaluz contara con un instrumento para su diversificación y desarrollo integral. Además, la Junta comienza a busca programas de cooperación internacional a los que se irían sumando los GDR.
La experiencia y diversificación de estos grupos de desarrollo a lo largo de toda Andalucía, buscando su desarrollo endógeno gracias a sus propias potencialidades en terrenos tan diversos como la artesanía, el turismo rural, la conservación del patrimonio o la creación de equipamientos antes inexistentes en pueblos y hasta comarcas enteras, dio origen a un modelo propio de desarrollo que llevó a redactar un Proder específico de Andalucía y a la consolidación, ya en 2002, de los 50 Grupos de Desarrollo Rural que prácticamente se mantienen en la actualidad.
El carácter propio de los GDR
Todo este desarrollo y los protagonistas que lo han llevado y siguen llevándolo a cabo están en el propio medio rural. Desde que comenzara a consolidarse a mediados de los noventa el funcionamiento de estos grupos de desarrollo rural, se han convertido en el verdadero motor del cambio. Su funcionamiento es dinámico y participativo, orientado a la ejecución de acciones y proyectos que revierten directamente en la mejora de las zonas rurales.
Grupos de desarrollo rural
A los GDR se los considera “las unidades básicas de aplicación y ejecución de los programas de desarrollo rural en su comarca”. Constituidos como asociaciones privadas sin ánimo de lucro, son el instrumento de participación de todos los agentes económicos y sociales de cada territorio, que determinan sus propias estrategias y ponen en marcha los proyectos. En su asamblea general se debaten proyectos y acciones, que se ejecutan con la ayuda de un equipo técnico comarcal que realizan los estudios y analizan las propuestas para que se lleven a cabo.
Su actuación ha estado marcada en el último sexenio por dos programas, el Proder de Andalucía y el Leader Plus. El primero busca la dinamización socioeconómica; la protección y mejora del medioambiente; la dotación y mejora de las infraestructuras necesarias para la producción agrarias; la puesta en valor de los productos propios del medio rural; el fomento de los sectores agrario, artesano y el turismo rural; y dotar de equipamientos a las zonas rurales para actividades no agrarias. Además, desde finales de los 90 han tomado especial importancia las acciones dirigidas o protagonizadas por mujeres y jóvenes, un criterio que será esencial y vertebrador del nuevo Programa de Actuación Integral para la Sostenibilidad del Medio Rural (PAIS Rural) que desarrolla ahora la Consejería de Agricultura y Pesca.
El segundo de esos programas es el Leader Plus, que ha buscado incitar y ayudar a la reflexión sobre las potencialidades de cada territorio; fomentando estrategias de desarrollo sostenible, con la finalidad de generar ingresos mediante la valorización del patrimonio natural y cultural, así como mejorar el entorno económico para generar empleo e impulsar la cooperación entre territorios y actores locales.
La experiencia de desarrollo rural, reconocida por la propia Unión Europea y puesta como ejemplo por las instituciones comunitarias, es la que ha llevado a que en el PAIS Rural tenga el eje central de su desarrollo en los grupos de desarrollo rural, que tendrán hasta el próximo mes de enero para presentar sus proyectos y enmarcarlos dentro de las ayudas de los planes Agroleader, Naturalezaleader y Puebloleader, que desarrollarán hasta el año 2015. Además, podrán optar a las ayudas de los planes de actuación de cooperación, como las estrategias de cooperación provinciales, las acciones conjuntas, los proyectos Faro o los de Red Rural Nacional.
El nuevo decreto
Con el nuevo decreto, presentado este martes, se regula y convoca la selección de los GDR que, según el consejero de Agricultura y Pesca, Martín Soler, GDR gestionarán 516 millones de euros (277 aportados por la Junta y el resto procedente del fondo europeo Feader) para la puesta en marcha de proyectos de diversificación económica y mejora de los sectores agrarios, del medio ambiente y de la calidad de vida, que generarán una inversión total de 1.200 millones e incidirán en el 90% del territorio andaluz.
Soler dijo que el proceso de selección estará concluido en el plazo de dos meses y los grupos que se constituyan actuarán hasta finales de 2015, fecha en la que concluye la ejecución de los proyectos incluidos en el Plan de Desarrollo Rural.
Además, el decreto establece la creación de los Consejos Territoriales de Desarrollo Rural, que supondrán incrementar la participación de la sociedad en las iniciativas previstas, serán los responsables, entre otras funciones, de conceder o denegar las subvenciones previstas en el plan y de impulsar los procesos de participación social, promoviendo la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Asimismo podrán colaborar en la gestión y ejecución de otras actuaciones de la Consejería.
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