Además, el tiempo obtenido ayer por Rossi, en su segunda sesión, y última, de pruebas a bordo de un F2008, en el circuito catalán, queda a tan sólo una décima de la pole conseguida por el piloto finlandés (1.21.8) en la misma carrera.
Rossi, quien además de conducir el antiguo monoplaza lo ha hecho calzado con unos neumáticos de GP2, tal como obliga el reglamento de la FIA en este tipo de pruebas de pretemporada, voló sobre el asfalto barcelonés, mucho más seco que en la jornada anterior, lo que le permitió bajar en más de cuatro segundos el mejor crono logrado el miércoles.
Ayer, en la sesión matutina completó 29 vueltas al circuito, no pudiendo bajar de 1:25. Quizá por eso, en la rueda de prensa que dio al mediodía se mostró escéptico sobre sus opciones de dar el salto algún día a la Fórmula 1.
“No sé. Ya veremos. Pilotar un coche de Fórmula 1 es una experiencia magnífica, pero muy estresante”, dijo.
El heptacampeón del mundo de MotoGP regresó a la pista por la tarde, después de almorzar con el brasileño Felipe Massa, piloto oficial de Ferrari junto a Fernando Alonso, quien le debió dar válidos consejos, pues Rossi voló en los entrenamientos vespertinos.
Por otra parte, el español Pedro de la Rosa, nuevo piloto de BMW Sauber para esta temporada, aseguró ayer que a sus 38 años todavía tiene “motivación y hambre para atacar” en el Mundial de Fórmula 1 y que es capaz de sorprender a mucha gente con su rendimiento.
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