Andalucía

El acusado del incendio de Riotinto dice que siempre ha sido un cabeza de turco

Emilio P. P, el único acusado por el incendio de Riotinto que en julio de 2004 asoló más de 35.000 hectáreas de las provincias de Huelva y Sevilla y costó la vida a dos personas, indicó ayer que desde el principio ha sido "cabeza de turco" en este suceso.

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  • El acusado entra en el juzgado. -
Emilio P. P, el único acusado por el incendio de Riotinto que en julio de 2004 asoló más de 35.000 hectáreas de las provincias de Huelva y Sevilla y costó la vida a dos personas, indicó ayer que desde el principio ha sido "cabeza de turco" en este suceso.

En declaraciones a los periodistas tras la conclusión del juicio oral que por este asunto celebró hasta ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva, Emilio P. P. indicó que no se llega a explicar por qué le acusan y expresó su deseo de que "el tiempo pase pronto y se conozca la sentencia".

El único acusado por el incendio se mostró satisfecho con el desarrollo del juicio: "no ha habido ningún testigo que diga que yo lo hice y además algunos han dicho en el juicio cosas que no dijeron antes o al contrario, por lo tanto en una u otra ocasión han mentido".

Tras manifestar que no tiene nada que decir a los familiares de los dos fallecidos, Francisco Capote y María Portijo, apuntó: "espero que acabe pronto esta pesadilla".

Por su parte, Laura Capote, la hija del matrimonio fallecido, aseguró sentirse "tranquila y relajada porque se ha cerrado este capítulo penoso de nuestras vidas, a la vez que esperanzada en que se haga justicia y se resuelva cuanto antes".

Asimismo, expresó su deseo de que el tribunal falle en contra del acusado y dijo que considera que hay indicios suficientes como para condenarlo.

"Hemos pasado un calvario muchos años luchando contra el acusado y la administración para depurar responsabilidades porque pensamos que mis padres no tenían que haber muerto en el incendio", declaró.

El juicio contra Emilio P. P. quedó ayer visto para sentencia. Tras dos días de sesiones en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva, en el que se ha oído la declaración de cerca de una veintena de testigos, se dio por concluida la vista en la que Fiscalía y acusación particular mantuvieron sus penas de 26 y 28 años de prisión, respectivamente, y la defensa pidió la libre absolución.

El abogado de Emilio P. P, Francisco Lagares, precisó en su informe final que las testificales practicadas durante el juicio confirman que su cliente "no sólo no fue autor de los hechos sino que no pudo serlo porque estaba en casa cuando se produjeron los distintos focos del incendio".

Asimismo, se refirió a las declaraciones de la Guardia Civil en las que apuntaban contradicciones horarias en la versión del acusado para confirmar su autoría, señalando que "si existen dichas contradicciones son los agentes los primeros que las comenten, no sólo en horarios, también en los relatos de los testigos", aunque apuntó que "es perfectamente compatible" la versión de su cliente con el informe de la Guardia Civil.

Lagares entiende que "no hay ni una sola prueba y ni un sólo testigo que lo sitúe en los focos 1, 2 y 4 del incendio -éste último fue el que provocó la afección de las 35.000 hectáreas- ni que confirme que fuera él el que provocara el fuego".

´Subrayó que no ha quedado demostrado que el incendio en ese foco 4 hubiera podido ser fortuito e insistió en que "las pruebas no sólo ni cuestionan que Emilio pudiera ser el autor sino que no dejan lugar a dudas de que no lo fue, tan sólo es la persona que tuvo que pagar el pato".

El letrado de la acusación particular, Antonio Rubio, mantuvo la petición de cárcel para el acusado basándose, entre otros criterios, en el informe de la Guardia Civil.

Reiteró la responsabilidad civil subsidiaria que reclamaba a la Junta de Andalucía por falta de prevención en materia de incendios en la zona.

Además, solicitó que se abra un proceso de instrucción para determinar si, dos testigos concretamente, han podido incurrir en un delito de falso testimonio, ya que son "dos testimonios de cargo en los que se ha basado un proceso penal durante cinco años y no entendemos por qué se cambian a última hora".

Por su parte, el fiscal, Pedro Díaz, manifestó que durante el juicio ha quedado acreditado que el acusado "ha mentido desde su primera declaración", considera que es autor de los hechos y que usó su conocimiento de la zona para diseñar desde su primera declaración el trayecto hacia el pantano del Zumajo que más lo alejaba del foco claro; al tiempo que se apoya en la declaración del principal testigo de cargo para situarlo junto al foco tres.

Asimismo, entiende que a pesar de las modificaciones en las declaraciones o de amnesias temporales de los testigos, existen indicios que destruyen la presunción de inocencia del acusado.

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