Como mínimo, todo está en compás de espera con la mayor parte del suelo y a todo lo más se puede poner en marcha una acción administrativa para reclamar las obligaciones que no se hayan cumplido, pero difícilmente poner en valor unos activos que están paralizados por el concurso de acreedores voluntario que han presentado las dos empresas catalanas que especularon con el suelo. O sea, que si a la subestación le quedan dos años, a esos terrenos, posiblemente, más.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es