La Gatera

Cocinillas

"Isabel II presumía de haberse comido cinco platos de pollo con arroz azafranado de una sola sentada”. Esta y muchas historias más son las que me he encontrado

Publicado: 31/03/2022 ·
00:17
· Actualizado: 31/03/2022 · 00:17
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  • La portada del libro. -
Autor

Rosa G. Perea

Rosa G. Perea es escritora. Es cofundadora del Club de Lectura del Ateneo de Sevilla y editora en Almuzara

La Gatera

Como escritora, editora y colaboradora en medios de comunicación, Rosa G. Perea habla de todo, predominando la cultura

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"Isabel II presumía de haberse comido cinco platos de pollo con arroz azafranado de una sola sentada”. Esta y muchas historias más son las que me he encontrado en el último libro de Miguel Ángel Almodóvar, Eso no estaba en mi libro de historia de la cocina española. Una original obra en la que su autor hace un interesante y completo recorrido plagado de historias y anécdotas que van desde el Neolítico y “la olla podrida”, hasta “el caviar esférico de melón de Ferran Adrià”.


Una obra en la que se cuenta como la fructífera convivencia entre las cocinas cristiana, judía y musulmana se la debemos a la prostituta Aldonza, La lozana andaluza; que en el segundo viaje de Colón a las “Indias Occidentales”, su marinería comió tres manatíes (vacas marinas) creyendo que eran sirenas poco agraciadas. O que España es el único país que puede presumir de haber tenido un perro gourmet. También que el primer documento escrito sobre la tortilla de patata está fechado en el año de la Revolución Francesa; y que al ministro franquista José Luis Arrese se le ocurrió la idea de alimentar a los españoles humildes con bocadillos de delfín.
Historias como la de la reina María Luisa de Parma que siempre comía sola porque tenía que quitarse su dentadura postiza de porcelana; o la de la famosa tortilla de patatas deconstruida que no fue una creación de Adrià, sino de su discípulo Marc Singla.


La cultura gastronómica de la Edad Media, a la que se le puso coto, dada la hambruna del pueblo, a los festines de boda para que no duraran más de dos días; del Siglo de Oro, donde “los hidalgos de siglos pasados, comían más de apariencia que de diente”; de los borbones, quienes instituyeron el cocinar sopa de cebolla en sus aposentos ante el escándalo de la mojigata corte; del siglo XIX, en la que se dejó de comer con los dedos y la servilleta se convirtió en un objeto imprescindible; y la actual, en la que se produce el boom de la gastronomía molecular, tendrá, igualmente, cabida en este recorrido histórico.


En definitiva, “Eso no estaba en mi libro de historia de la cocina española” es una obra divertida y rigurosa desde el punto de vista histórico que va desentrañando olvidados y desconocidos episodios de la cocina española que le harán disfrutar y sonreír más de una vez. 

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