La consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, clausuró ayer en Huelva la ronda de presentaciones del Acuerdo Andaluz por el Agua, que ha sido debatido en las ocho provincias andaluzas por casi un millar de personas, con el objetivo de sacar adelante este documento que incluye "garantizar el buen estado del agua y su disponibilidad para todos los usos".
En el acto, Castillo, acompañada por el delegado de la Junta en Huelva, Manuel Alfonso, y por el presidente de la Mancomunidad de Aguas de la Costa, Miguel Novoa, avanzó los puntos clave del documento final del acuerdo, que será presentado en el Consejo Andaluz del Agua el próximo mes de diciembre para que se realice su aprobación antes de que acabe el año, con el apoyo de los sectores sociales, económicos y territoriales". Así, destacó la "elevada" participación e implicación de los colectivos, entidades y ciudadanos que han acudido a estas jornadas.
En este sentido, la consejera adelantó que el objetivo del futuro acuerdo es que "la nueva gestión del agua garantice el buen estado de este recurso, y su disponibilidad para todos los usos y para las generaciones futuras", a lo que añadió que el acuerdo impulsará "la creación de un Banco Público del Agua, que se encargará de atender las demandas prioritarias, velar por el interés general y atender con urgencia las situaciones de sequía".
Asimismo, impulsará la creación de un Observatorio Público del Agua, el cual se trata de "un órgano de participación que servirá para facilitar el acceso a la información sobre la gestión de este recurso a todos los sectores y colectivos implicados".
La consejera señaló que este acuerdo fijará los criterios fundamentales de la política de agua en los próximos años y servirá de base para afrontar nuevos retos como la elaboración de la nueva Ley de Aguas que supondrá "el inicio del camino hacia un desarrollo sostenible", la atención a demandas estratégicas para el desarrollo de Andalucía o las demandas futuras derivadas de nuevos usos o actividades, como las energéticas o turísticas.
Por otra parte, Castillo señaló que el texto recoge "una nueva cultura del agua", a lo que añadió que "hay que tener en cuenta que la escasez existente en Andalucía se debe hacer compatible con las demandas".
Entre las conclusiones, la consejera destacó también la apuesta por la prestación de un servicio urbano eficaz, independientemente del lugar geográfico; la modernización de los regadíos -para los que las administraciones "favorecerán subvenciones a los agricultores"-, y la implantación de "un régimen económico y financiero justo, equitativo, que propicie unos servicios de calidad".
Entre los participantes en estas mesas redondas destacan instituciones académicas, ayuntamientos, sindicatos, grupos ecologistas, comunidades de regantes y asociaciones vecinales, agrícolas, ganaderas y consumidores, que han dado su visión propia sobre la gestión de este recurso y han planteado sus propuestas para el acuerdo.
