Teresa Rodríguez, portavoz de Adelante Andalucía, una marca refundada por Anticapitalistas, Primavera Andaluza, Izquierda Andalucista y Defender Andalucía tras el cisma vivido en dicho grupo parlamentario; ha expuesto este lunes que "la clave política" para afrontar los retos socioeconómicos de la región es que la misma cuente con "voz propia en el Gobierno de la Junta, el Congreso de los Diputados y en Europa".
En el marco de la la manifestación 'Andalucía se construye con lo público', convocada por la Plataforma Andalucía 28F, Teresa Rodríguez ha alertado de que la autonomía de la región sigue arrastrando un "catálogo de tareas pendientes, por hacer", pues aunque la comunidad autónoma cuente "seguramente con la generación mejor formada de su historia", lo cierto es que se trata del mismo modo de "la generación con más expectativas frustradas".
Recordando la situación que afrontan todos aquellos que se ven obligados a "hacer las maletas" y viajar fuera de Andalucía para "ganarse la vida", Teresa Rodríguez ha considerado que "acabar con la emigración de la juventud sería la clave para decir que hemos empezado a concluir las tareas de la autonomía".
LA SANIDAD Y LA EDUCACIÓN
Empero, ha avisado de que además ahora están "en riesgo tareas de la autonomía que se suponían concluidas", señalando especialmente el caso de la sanidad pública por la situación que afronta. "Ahora es un momento clave para defender la sanidad como servicio público y universal, con garantías para los pacientes; así como una educación de futuro con ratios más bajas y enseñanza de calidad".
En materia de empleo, ha apostado por que Andalucía deje de "ser el patio trasero del turismo europeo" y aspire a "una industrialización verde apoyada en las energías renovables, la transición energética y la economía social y solidaria".
LA "CLAVE POLÍTICA"
Para todo ello, según ha argumentado, "la clave política" es que Andalucía cuente con "voz propia en el Gobierno de la Junta, el Congreso de los Diputados y en Europa", idea que ha conectado con su impresión de que "los 61 diputados" andaluces en el Congreso ejercen su función con intereses más en favor "de sus partidos que de esta tierra"; mientras los gobiernos autonómicos "sólo son andalucistas cuando" en Madrid gobierna un partido ajeno al propio.
Por eso, ha apostado por "un gobierno que siempre sea andalucista y que siempre defienda los intereses de Andalucía y unos representantes fuera de Andalucía con voz propia", esgrimiendo su proyecto de "fuerza andaluza fuertemente controlada desde abajo, con el único objetivo de defender los intereses de las mayorías sociales de Andalucía".
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