Mucho se ha hablado del concepto de
empresas de alto desempeño también llamadas de
alto rendimiento. Ese modelo corporativo que no sólo obtiene resultados financieros sino que apuesta por otro tipo de “efectos” positivos para sus profesionales. Son empresas que tienen unas características que las hacen especialmente deseables para sus profesionales, donde el flujo de rotación es mínimo y que parecen ser impermeables a los vaivenes de la incertidumbre actual. Profundizar sobre este tipo de organizaciones, nos ha llevado a hablar con el CEO de
Formación Universitaria, Ignacio Campoy para que nos desvele las claves de estos “tesoros” del mercado laboral.
Bueno, lo primero es que nos cuente ¿qué define a una empresa considerada como de alto desempeño o alto rendimiento?
Pues básicamente, son organizaciones que consiguen un elevado nivel de resultados y no me refiero sólo a los financieros, sino a aquellos relacionados con una extraordinaria satisfacción y motivación de sus integrantes. Para ello, el CEO o el responsable que está al frente de la misma, debe conseguir que sus integrantes -profesionales y departamentos- compartan el propósito, la misión, visión, valores, creencias, capacidades y conductas, e impacten en el entorno de manera ecológica, sostenible y holística. Y por supuesto, todos los profesionales sin excepción alguna deben saber cuál es su cometido, que se espera de ellos individualmente.
Y cómo se traduce esto al día a día, un ejemplo para verlo claro…
Imagina un equipo médico de cirugía trabajando en un quirófano. El cirujano es el jefe de los cirujanos, el anestesista es el jefe de anestesistas, el enfermero es el jefe de enfermeros.... Extrapolando este ejemplo al mundo de la empresa, el empresario o el CEO para crear una empresa de alto rendimiento necesita profesionales que se complementen.
Podríamos decir que el alto rendimiento sería el destino al que llegar?
No se trata de un destino. Con total seguridad, a lo largo de la vida de la empresa el CEO va a necesitar reajustar o realinear a todos los departamentos para que la empresa pueda responder a las nuevas necesidades y retos. El alto desempeño necesita mediciones, métricas para saber realmente cuál es el rendimiento que se está consiguiendo con respecto a lo perseguido. Por eso es importante definir bien los indicadores claves, en concreto los KPI (
key performance indicator), conocidos también como medidores del nivel de desempeño, qué se utilizan en inteligencia empresarial para reflejar el estado de un negocio o empresa y definir una línea de orientación futura"
Y, claro, para identificar a una de estas empresas, ¿en qué nos tendríamos que fijar?, ¿cuáles son sus características?
Yo sigo con asiduidad el trabajo y los estudios de Ken Blanchard. Según este autor, son siete las características compartidas por todas ellas.
1. Propósito o finalidad
2. Empoderamiento
3. Relaciones y comunicación
4. Flexibilidad
5. Óptima productividad.
6. Reconocimiento y aprecio
7. La moral
Empezando
por el propósito, los valores, las creencias, la visión y la misión que deben ser compartidas por todos los integrantes de la empresa sin excepción alguna. Esto es clave porque si no, no hay coherencia.
El empoderamiento es la segunda característica y tiene que ver con la delegación efectiva que el CEO debe hacer a cada uno de los miembros o integrantes de la empresa. Cada uno de ellos tiene que tener totalmente claro que su actividad es complementaria al resto, y por tanto, es vital que esté empoderado en lo relativo a su trabajo y responsabilidad.
El tercer aspecto son las
relaciones y la comunicación, esta última debe tener un nivel de apertura que facilite que todos los integrantes de la empresa se conozcan a nivel de personalidad y comportamiento y por supuesto, esto abre la puerta al siguiente aspecto, la flexibilidad.
Es vital
la flexibilidad de la empresa que debe huir lo máximo posible de la burocracia, de una estructura rígida dónde haya que documentarlo todo. Se trata de que los integrantes de la empresa tengan la suficiente flexibilidad para que cualquier decisión necesaria o relativa a su puesto la puedan tomar en tiempo real.
Cuando Ken Blanchard se refiere al quinto aspecto,
la óptima productividad, no es más que ser consciente, todo el mundo en la empresa, del valor del “nosotros”. El “nosotros” es muchísmo más importante que el "yo", y de que la suma de los esfuerzos es un efecto multiplicador del resultado. La inteligencia colectiva de una empresa de alto rendimiento siempre será superior a la individual.
Respecto al
reconocimiento y aprecio, permíteme citar una frase de Alex Rovira que comparto: "entre el dolor y la nada prefiero el dolor".
Para que una empresa sea de alto rendimiento, necesita que todos sus integrantes se sientan reconocidos. Un reconocimiento individual y/o colectivo cuando de verdad se merezca. No se puede entrar al juego del reconocimiento cuando no hay resultados positivos o esfuerzos extraordinarios, reconociendo o premiando lo que está dentro de lo ordinario.
Y finalmente algo que cobra un valor fundamental hoy en tiempos de decisiones rápidas y volatilidad, donde todo parece tan intercambiable:
la moral en la empresa.
Siempre tiene que estar al máximo y eso ocurre cuando la autoestima es muy alta. El empresario y/o el CEO son los primeros que tienen que trabajar su propia autoestima a la vez que tienen que trabajar la autoestima de todos los profesionales sin excepción alguna que integran la empresa porque en ocasiones, cuando se tiene baja o se pierde, aparecen los conflictos y las dudas que normalmente se convierten en los primeros saboteadores que impedirán ser una empresa de alto desempeño o rendimiento.
Finalmente, podría apuntarnos ¿las claves para conseguir convertir a una empresa en una organización de alto desempeño?
Pues hay ocho factores innegociables:
- Comunicación y participación abierta y sin prejuicios;
- Toma de decisiones descentralizada,para que la empresa pueda estar adaptándose a la situación o los cambios necesarios en tiempo real.
- Entender los conflictos de forma positiva, los conflictos son diferencias que nos ayudan a mejorar.
- Un liderazgo que se aleje de las antiguas jerarquías piramidales y apostar por el Autoliderazgo
- Metas y objetivos claros.
- Normas propias, por escrito y que deben ser validadas por todos los miembros de la empresa, sin excepción alguna y considerando a los nuevos integrantes que también tendrán que hacerlo. Es una manera de asegurar que se comparte el propósito, la visión, los valores…Esto nos va a llevar a la autogestión mediante una herramienta muy valiosa “la alianza”.
- Analizar cómo se están resolviendo los problemas, ya sea de forma interna o externa y quién está tomando las decisiones.
- Clima laboral. El empresario o CEO aspirante al alto rendimiento debe tener totalmente limpios sus tres canales representacionales, el auditivo, el visual y el kinestésico. Debé escuchar cómo se están comunicando los integrantes de la empresa, y observar también que "dice" la comunicación no verbal desde la parte kinestésica, observando si hay distancia, si las personas se tocan o no, si están alineadas, ... Y de esa manera valorar qué clima se está dando porque el clima determina los resultados.
Finalmente, desvélenos alguna de sus citas favoritas…
"Recuerda que de la conducta de cada uno depende el destino de todos" Alejandro Magno
"El trabajo en equipo es el secreto que hace que gente común consiga resultados poco comunes" IfeanyiOnvoha