Según la denuncia por apropiación indebida el denunciante, acompañado de sus padres, acudió a la consulta de la citada entidad en noviembre de 2009 para hacerse una limpieza de sarro con curetaje.
Por dicho servicio le presupuestaron 1.500 euros y le pidieron que entregara la mitad del dinero por adelantado, cosa que hizo “en el acto” y a la propia directora del centro.
A continuación, le realizaron una ortopantomografía, que confirmó que era apto para dicha intervención, que quedó programada para el día 14 de diciembre.
Llegada la fecha, el joven acudió para hacerse la limpieza concertada, comunicándole la directora del centro que el odontólogo había tenido un imprevisto y no había acudido a la consulta, citándole nuevamente para el día 21 de ese mismo mes.
Sin embargo, en el transcurso de esa semana el joven cambió de opinión y decidió no hacerse la limpieza de sarro con curetaje, por lo que su padre acudió a las 9,00 horas -cuando abre el centro- para comunicar que no se sometería a la intervención y que tuvieran a bien devolverle el dinero entregado, una vez descontado el importe del coste de la ortopantomografía.
Según detalla la denuncia, en lugar de devolver el dinero al padre del denunciante, le hicieron entrega de una factura que cubría totalmente los 700 euros entregados. En ella, aparecían cuatro servicios que el joven “no recibió”. Además, la factura tenía fecha del 1 de diciembre, en la que no acudió a Corporación Dermoestética para hacerse “nada”.
Concretamente, le facturaban una “limpieza de boca”, una “reconstrucción total”, “raspado periodontal por cuadrante”, una “extracción de cordal” -muela del juicio- y la ortopantomografía. Todo ello sumaba un importe de 791,7 euros.
Ante ello, el padre pidió el libro de reclamaciones, cosa que le negaron. En su denuncia, el paciente tilda de “inaudito” que le cobren la extracción de una muela del juicio, cuando tiene “las cuatro muelas del juicio en perfecto estado sin extraer”.
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