El conocido hostelero Faustino Rodríguez Marín, propietario del Bar Juanito, ha fallecido este domingo a los 75 años de edad. Su cuerpo será velado en el Tanatorio de Jerez ubicado en la salida de la ciudad en dirección a El Puerto, mientras que la ceremonia de despedida tendrá lugar este lunes a las 10:30 de la mañana en la Iglesia de Santo Domingo.
Faustino Rodríguez Marín nació el 21 de diciembre de 1946, hijo de Juan Rodríguez “Juanito” quien fundara el Bar Juanito en 1943, en torno a un complejo de edificios municipales. Sus estudios los realizó en el Colegio del Buen Pastor, en Antona de Dios. Tras el Casino Jerezano y ayudar a su padre, en 1981 abrió el nuevo bar que con el tiempo se convertiría, también, en restaurante, en el número 1 de la calle Pescadería Vieja, entre la Plaza del Arenal y la Puerta Real. Su carta siempre ha contado con más de cincuenta tapas que ensalzan la gastronomía de lo sencillo y entre ellas las alcachofas, su plato estrella, que fueron primer Premio en diferentes concursos provinciales y Premio Nacional a la Mejor Tapa de 1992. El Segundo Premio Nacional -“por qué no me iban a dar dos veces el primer premio”, decía- lo consiguió con otra de sus excelencias: Carrillada al Oloroso de nuestra tierra.
Faustino Rodríguez fue el primer profesional de la hostelería de la ciudad nombrado Hijo Predilecto. Ocurrió en febrero de 2015, y lo consiguió en reconocimiento de su papel “fundamental en el panorama empresarial y social de nuestra ciudad”. Su sólida trayectoria al frente del Bar Juanito le convertía "en un auténtico ejemplo para los emprendedores jerezanos, y en toda una autoridad para un gremio tan relevante para nuestra economía como el de la hostelería”, como resaltó la entonces alcaldesa María José García Pelayo, quien resaltó que este reconocimiento solo pretendía devolverle "todo lo que tú has dado a Jerez”. “Con tu ejemplo más que un Hijo Predilecto has sido y eres un padre para Jerez”, añadió.
Aquella distinción ensalzaba el hecho de ser depositario de excepcionales valores profesionales y humanos, constituyendo un referente singular de una manera de entender la vida, el diálogo y la convivencia. "Su trayectoria vital y profesional desarrollada desde Jerez, son fiel reflejo de los valores esenciales de excelencia de nuestra ciudad, que él ha procurado siempre que sea admirada por todo el mundo”.
En una entrevista concedida entonces a este periódico, el propio Rodríguez ponía el acento en una de los rasgos que siempre le caracterizaron en público: su amplia sonrisa y su contagiosa actitud vital en el día a día: "La felicidad la lleva uno por dentro y es algo que te encuentras y que no has trabajado para merecerlo. Uno trabaja para vivir, aunque que yo me he matado por Jerez. Y es verdad. La gente dirá, lógicamente, que yo me he matado por mi negocio. Cierto. Pero también por Jerez, desde aquella época de la Cruz Blanca y del Bar Juanito, allí a la vera del Ayuntamiento. Cuando en la Cruz Blanca se bebía más vino que cerveza. Ahora se bebe muy poco vino, aunque yo lo sigo bebiendo. Mi padre se murió y me enseñó a alternar y lo llevo fenomenal. Sigo bebiendo vino, vino fino y con matrícula de origen, fresco de bodega y frío de nevera...Yo desde muy pequeñito me fui a ayudar a mi padre, yo no pude jugar al fútbol, ni al bolindre...Mi madre lo tenía claro, en cuanto tenía un momento libre me mandaba a ayudar a mi padre. Estoy trabajando desde los 12 años. Entré de botones en el Casino Jerezano y allí estuve hasta los 15 en que ya me metí en el Bar Juanito. Sería el año 1964. Y para arriba, y trabajando y trabajando...y luego llegan las cosas. ¿Cómo me podía yo imaginar que iba a ser Rey Mago? Y lo fui. ¿Cómo me podía yo imaginar que me iban a dar el Premio Ciudad de Jerez, en la festividad de San Dionisio? Y me lo dieron. Y ahora, para colmo, hijo predilecto. Eso jamás me lo podía imaginar porque yo nunca he jugado para que me diesen esos galardones".
Como recordaba, "he salido para ferias, para el Rocío, a trabajar, pero he vuelto, porque mi casa, mi negocio estaba aquí. Porque Jerez es muy solidario, porque sabemos atraer a la gente, aunque, a lo peor, hablamos mejor de la gente de fuera que de los de aquí, pero yo eso lo he toreado bien, como Paula, con todos mis respetos. Por eso, y lo puede poner en grande, yo siempre he roneado de ser de Jerez. Jerez tiene su idiosincracia, sus cosas, pero Jerez es mucho Jerez. Y si tú naces en Jerez, montas tu negocio y te mantienes es como si vas a Nueva York y te vas a la Casa Blanca"
Y en esa colección de recuerdos siempre tenía presente a su padre: "Es que mi padre era un ser inimitable. Lo que hacía lo bordaba. Todo lo que hacía estaba riquísimo. Alternaba con los padres y con los hijos. Era otro Jerez. Mi padre era un monstruo. Había días en que se gastaban cuarenta o cincuenta medias botellas, que entonces eran de medio tapón. Esas botas que tenía de Agustín Blázquez. Todo el mundo tenía que venir al Ayuntamiento y pasaba por el Bar Juanito. Y él se preocupaba de que se bebiese vino, aunque en aquella época era más fácil. Ahora es más complicado y no sé por qué con lo bueno que está el vino".
" A mí me ha ido muy bien -reconocía-. Mi padre, cuando no había gente en el bar, me decía que cogiese una sartén, que entonces servía para todo, no como ahora que hay una sartén para cada cosa. Le echaba a la sartén laurel, un poquito de manteca colará y vino y, de momento, estaba el bar lleno. La manteca era de cerdo, no había aditamentos... Era la vida. En Jerez ha habido mucho arte, muy buena gente, muy grandes profesionales y aquí seguimos trabajando y vendiendo la marca Jerez.
La alcaldesa, Mamen Sánchez, ha expresado su pesar por la pérdida de “todo un referente” para la ciudad, una persona “siempre atenta y alegre” a pesar de que en los últimos años la vida le había “golpeado en temas de salud familiar”.
“Siempre pendiente de todo, levantaba el teléfono en muchas ocasiones para interesarse por algo o felicitar”, ha subrayado la regidora, que “hace poco” estuvo con él y hace apenas un par de días preguntó a su hija por su estado de salud sin que “nada” hiciera presagiar “un desenlace tan rápido”.
“Esta ciudad pierde a uno de sus máximos embajadores, siempre con esa sonrisa que lo hará inmortal. Gracias por todo lo que nos has dado, tu amistad, tu trabajo, tu cariño y tu legado. Un beso a Carmen a su hija e hijos. Descanse en Paz Faustino”, ha dejado escrito la regidora en sus redes sociales.
También desde el PP se ha mostrado su hondo pesar tras el fallecimiento del reconocido hostelero e Hijo Predilecto de Jerez Faustino Rodríguez. La presidenta local, María José García-Pelayo, y el portavoz Antonio Saldaña, en nombre de todo el PP, han lamentado la pérdida de un jerezano "que no ha parado de trabajar un solo día por Jerez, contribuyendo desde su establecimiento hostelero a engrandecer Jerez y la marca de la ciudad en todo el mundo". Los populares trasladan el pésame a la familia y amistades de Faustino Rodríguez que deja un gran legado y una honda huella en toda la ciudad.
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