El PSOE de Andalucía marca su propio camino en búsqueda de una solución en torno al proyecto de ley que inicia su curso sobre la ordenación de regadíos en Doñana. Ofrece “diálogo” a la Junta y a los agricultores tras su abstención en el Parlamento y abre el debate de una mejora de las infraestructuras hidráulicas no ejecutadas en la provincia de Huelva para preservar el parque natural.
Los socialistas andaluces se alejan de la postura adoptada por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien pidió por carta al presidente de la Junta, Juanma Moreno, que desistiera de la proposición de ley que pretende regular los regadíos. “Hizo lo que tenía que hacer”, dice Juan Espadas, secretario general del PSOE de Andalucía.
Espadas defiende la “autonomía” de su partido para tomar decisiones y encarar una situación que “está generando confrontación en el territorio y un problema a la imagen de Doñana y a los productos del entorno”.
“Los agricultores de la zona tendrán al PSOE-A y a mi, como candidato, de aliados para resolver sus problemas”, ha afirmado Espadas, que ha pedido al Gobierno que lleve a cabo las infraestructuras hidráulicas necesarias en la zona. Por ejemplo, el deseado trasvase de aguas para el campo de municipios como Almonte, Lucena del Puerto o Rociana del Condado. Un trasvase de 14,9 hm3 desde la cuenca de los ríos Tinto, Odiel y Piedras a la del Guadalquivir- que está aprobado desde diciembre de 2018 y que aún apenas se ha ejecutado hasta la fecha.
Este aparente intercambio de impresiones del PSOE de Andalucía y el Ministerio para la Transición Ecológica “no crea malestar” en el partido a nivel nacional. El portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, niega que haya malestar en el Gobierno por la abstención del PSOE-A en la votación en el Parlamento andaluz sobre Doñana y señala estar dialogando con el PSOE-A para alcanzar un punto de encuentro.
