Este miércoles 2 de febrero se celebró en el Ayuntamiento el Pleno ordinario correspondiente al mes de febrero, y entre los puntos a debatir figuraba una propuesta para que la Escuela Municipal de Fútbol pase a denominarse Escuela Municipal de Fútbol ‘Manuel Quintero Acuña’.
En dicho Pleno, nuestro Grupo Municipal Socialista y este que os escribe, tuvo el placer de defender dicha propuesta, en la cual, sinceramente, habló más el Yayo monitor que el Jesús Alba concejal.
En este sentido, hablar de Manuel Quintero Acuña, Manolo Quintero para los amigos, resultó emocionante y me explico. Cuando hablamos de Manolo, hablamos de fútbol, cuando hablamos de Manolo, hablamos de que no existen horas en el reloj, cuando hablamos de Manolo, hablamos de pasión por este deporte que tanto gusta en nuestra tierra, y que tantas ilusiones y -algún que otro desengaño- nos ha dado, el fútbol y su cantera barbateña.
Podría contar innumerables anécdotas vividas con Manolo, pero no es el caso, como mencioné anteriormente. Manolo no conoce de horas, de minutos, de segundos cuando se trata de fútbol, de la cantera barbateña, de la pasión de los pequeños y no tan pequeños... Desde los inicios de la escuela a finales de los 80, Manolo ha permanecido al pie del cañón para transformar lo que hoy día es una Escuela de Fútbol en mayúsculas, reconocido en toda la provincia como una de las mejores, resultando de ello más de 500 alumnos -y alumnas también, recordemos que también tenemos cantera femenina y un gran equipo femenino. También en esto ha tenido que ver Manolo Quintero, amén también para Mary Hidalgo entrenadora del equipo sénior femenino.
Manolo Quintero es más que un trabajador municipal y entrenador, su labor va más allá: es compañero y amigo. Su lugar de trabajo es un interrogante constante, igual un día hay problemas con un equipo, con los horarios de los partidos, con la disponibilidad del campo de juego, y al mismo tiempo, se te lesiona un jugador en un entrenamiento o te llama una padre con un problema personal relacionado con su hijo para que lo ayude. O tiene que ir a una reunión a Federación, acudir a un encuentro con responsables de otros clubes para la promoción de jugadores locales, además de salir fuera de la provincia a las 5 de la mañana para un Mundialito de clubes y a su vez volver a Barbate porque tiene que preparar los partidos de por la tarde... En todo esto está Manolo Quintero y en muchas cosas más, con un teléfono además abierto las 24 horas del día como si de un centro de emergencia se tratara.
Siempre he creído en la profesionalidad y en la pasión por un trabajo, muestra de ello, tenemos a Manolo Quintero. Esta denominación es más que merecida, reconocer el trabajo bien hecho y que la Escuela Municipal tenga su nombre.
La Escuela de Fútbol es Manolo y Manolo es la Escuela de Fútbol, acompañado de todos sus monitores, trabajadores municipales que han desfilado y que siguen actualmente en la Delegación de Deportes.
Personalmente tengo la gran suerte de conocer a Manolo: fui jugador de la escuela de fútbol –del montón como se suele decir- y él mi entrenador; después fui monitor de la escuela de fútbol y él mi coordinador; y en lo personal, tengo a un amigo.
Por lo tanto, el Pleno le ha reconocido lo que para mí es de justicia que la Escuela Municipal de Fútbol pase a denominarse Escuela Municipal de Fútbol ‘Manuel Quintero Acuña’
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