Los solares y viviendas abandonadas son los causantes en la mayoría de los casos de estos desperfectos. En algunas zonas, según precisa Lozano, han surgido algunas grietas en las viviendas o desprendimientos de parte de la fachada. Todo ello acarreado por unas precipitaciones muy intensas y un casco antiguo debilitado. “Algunas familias ya han expresado su preocupación de que alguna pared se le pudiera venir abajo”, denuncia Lozano, quien insiste en que, a pesar de haber reclamado una solución definitiva al Ayuntamiento, siguen siendo los más de cien solares y 200 viviendas en ruinas los que han generado el grueso de los problemas.
Al margen de las viviendas privadas, las calles también han sufrido las consecuencias de los embates del agua. Según precisa Lozano se han localizado algunos socavones en céntricas y transitadas calles como Almendros Aguilar o Martínez Molina. A ello se unen los de problemas en los edificios públicos del entorno de la Catedral (Palacio de Corbull, Casa-Hermandad de ‘El Abuelo’) u otros como la Casa de la Virgen, donde el Ayuntamiento ha tenido que adjudicar, por vía de urgencia, unos trabajos de consolidación del edificio por casi 130.000 euros.
“Demasiado bien”
A pesar de los importantes desperfectos que están surgiendo tanto en las viviendas como en la vía pública, los vecinos cruzan, incluso, los dedos. Para el presidente de ‘Arco del Consuelo’, la zona más antigua de la ciudad mantiene el tipo. “Está soportándolo demasiado bien, con tanta humedad como hay por la lluvia”, resalta Lozano, quien confía en que las consecuencias “sólo se queden en soportarlo durante un tiempo más”.
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