El propio dirigente de Inversiones Cerromar, Juan Fernández, reconoce que todos esos días le costarán mucho dinero. Fernández le propondrá al Ayuntamiento la cesión de unos terrenos en Valdelagrana donde instalar otra pista en verano.
Las cerca de 100 personas (entre patinadores y acompañantes) que llenaron las afueras de la plaza de Toros durante prácticamente dos días han vuelto a ilusionar a Fernández y han dado mucho colorido a unas fiestas marcadas por el mal tiempo. La mayor parte de quienes estuvieron patinando tenían entre cuatro y catorce años. Según la monitora de la pista, Patricia Nocete,“ a las niñas se les da mejor patinar, aunque también tienen ventaja quienes habitualmente hacen deporte”. Los que menos habilidades muestran son los varones de entre ocho y diez años. Por el momento no se ha producido ningún percance reseñable, puesto que la monitora se encarga de dar las indicaciones básicas para que los niños se caigan lo menos posible y nadie se haga daño. Asimismo se ofrecen talleres para los más pequeños.
La mayoría de ellos salieron muy satisfechos con la experiencia, aunque hay algunos a los que les hubiera gustado que la pista deslizara más o que fuera de hielo real y no sintético, como las de otras localidades.
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