En Jerez no se concibe una mesa navideña sin el dulce epílogo de la repostería del convento de Santa Rita. Polvorones, tortas, mazapanes y pestiños endulzan la vida de los jerezanos desde hace siglos.
En plena collación de San Juan, el obrador del monasterio alcanza su mayor actividad. La comunidad de religiosas, las más jóvenes venidas desde África, alternan con alegría las obligaciones propias de la vida contemplativa con la elaboración de dulces navideños.
La madre superiora, Sor Fátima, abre con suma hospitalidad las puertas del convento y el obrador a las cámaras de 7TV para que sean ustedes testigos de los prodigios que a mano elaboran las hermanas.
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