El inédito guante político lanzado por el líder del PSOE-A, Juan Espadas, y recogido por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, para pactar los presupuestos andaluces de 2022 no solo ha encontrado los obstáculos de la negociación, también choca contra un sector de su partido y con los tres de la izquierda andaluza.
Con Vox pidiendo elecciones anticipadas y amenazando con retirar su apoyo parlamentario al Gobierno de PP y Cs, después de tres años de colaboración, Moreno convocó hace una semana a los partidos para buscar consenso, evitar una prórroga presupuestaria y asegurarse un último año estable de mandato.
La propuesta de pacto que llevó Espadas fue bien acogida por el presidente, cuyo Gobierno está dispuesto a dialogar "hasta la extenuación" para aprobar las cuentas y cree que el acuerdo con los socialistas y Vox es "posible", aunque ya ha dicho que las rebajas fiscales no son negociables.
El posible acuerdo, a la alemana, de los dos grandes partidos, rivales durante los 37 años de hegemonía socialista en Andalucía, pasa ahora por las dificultades del tanteo habitual, por el cruce de mensajes y condiciones que a cuentagotas hacen públicas la Junta y el PP.
El eventual pacto incomoda a Ciudadanos, que no se fía del PSOE-A, irrita a Vox, que acusa de "traición" al PP, y está chocando con un sector de los socialistas y con el resto de partidos de la izquierda andaluza.
El agitado tablero político andaluz, que mira a noviembre de 2022 para la convocatoria electoral si no se anticipan los comicios, se ha convertido en caldo de cultivo para cuestionar la eventual alianza presupuestaria de PP y PSOE.
LAS VERSIONES DEL PSOE
Discrepante con los planes de Espadas, un sector sanchista del PSOE-A, cuyo portavoz y candidato a las primarias es Luis Ángel Hierro, lo ha calificado anticipadamente de "error histórico".
"Por tacticismo cortoplacista podemos cometer un error estratégico trágico. Me reitero en el "no es no" que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa y creo que un acuerdo PSOE-PP debe ser sometido a consulta de la militancia", ha advertido Hierro.
Dirigentes próximos a Espadas creen, sin embargo, que era necesario romper la inercia y ofrecer a los ciudadanos la posibilidad de tener un horizonte sin Vox.
"Moreno tiene que decidir (entre el PSOE o Vox). Nuestra voluntad de sentarnos a hablar es real", ha sostenido la portavoz parlamentaria Ángeles Férriz, mientras la portavoz del PSOE federal, Eva Granados, se ha mostrado convencida de que Espadas "buscará lo mejor" para Andalucía.
LA OPOSICIÓN DE LA IZQUIERDA
Las criticas más severas provienen de la izquierda andaluza (Unidas Podemos, Adelante Andalucía y Más País), cuyos líderes han impugnado el "pactismo" del dirigente socialista en declaraciones a Efe.
Toni Valero, portavoz de Unidas Podemos y líder de IU, ha opinado que la "gran coalición" es un proyecto fracasado en el país y que el acuerdo "rompería" la lógica de pactos que se vienen produciendo.
"No sería bueno. El PP no va a ceder en fiscalidad ni en la privatización de servicios públicos ni en cambiar el modelo productivo. Sería un pacto muy favorable para el PP", ha esgrimido.
En su opinión, se trataría de un acuerdo de "alto riesgo" para el PSOE, que puede "sacarle" de la lógica progresista, que "apuntalará" al Gobierno de Moreno y que deja la oposición de izquierda a su formación.
"La Ejecutiva de Espadas ha renunciado" a ganarle a la derecha en las próximas elecciones, ha expuesto, por su parte, Teresa Rodríguez, líder de Adelante Andalucía, postura que califica de "dejación imperdonable" como principal partido de la oposición.
Para la anticapitalista, apoyar los presupuestos es "decir sí a los regalos fiscales" a las grandes fortunas, al "colapso" de la atención primaria y las listas de espera, es decirle sí -ha proseguido- a la "apuesta" por la educación y la sanidad privadas, y al "pelotazo" urbanístico.
Según el análisis de Rodríguez, a Moreno "le ha tocado la lotería" con Ciudadanos desapareciendo, por lo que cree que el PSOE ha optado por "entregarse" para retrasar lo más posible las elecciones y consolidar su alternancia.
"El PP estará encantado de esperar comiéndose el voto moderado del PSOE, comiéndose a Ciudadanos y aprovechando el estancamiento de Vox", ha apostillado.
Para Esperanza Gómez, de Más País, se trata de la constatación de que el PSOE-A y el PP-A de Moreno "se parecen bastante", aunque precisa que Espadas no tiene un proyecto propio, a lo que ha sumado que "en el fondo el PSOE de Espadas es muy continuista de la peor versión del PSOE-A".
"El actual PSOE-A tiene políticas no muy diferentes de las que practicaba cuando gobernaba con Ciudadanos y con las que se sentía muy cómodo", ha zanjado.
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