En el corazón del barrio sevillano de El Cerro del Águila, una pequeña tienda esotérica llamada Relaxtual (calle José María de Pereda nº.9) se ha convertido, con el paso de los meses, en escenario de un fenómeno difícil de explicar. Los propietarios, Rosa y Javier, y algunos clientes, aseguran haber escuchado la voz de una presencia que se manifiesta sin rostro ni cuerpo: una entidad conocida ya como "Doña Encarna".
El testimonio más repetido por quienes trabajan en la tienda es siempre el mismo: una voz femenina, de tono suave pero firme, se escucha desde rincones vacíos o en medio del silencio, pronunciando frases como: “Me gusta el café”. Sin embargo, la misma voz no duda en expresar su descontento ante ciertos cambios en el local o la llegada de nuevos productos. “Esto no me gusta”, susurra a veces, en un tono entre la queja y la desaprobación, como si la propia tienda fuera parte de su legado o de su memoria, según comenta Javier.
Origen incierto, presencia constante
El origen de Doña Encarna es, por el momento, un misterio. No hay registros oficiales aunque se cree que se vincula al edificio por ser una antigua propiestario del suelo y con alguna vecina fallecida que respondiera a ese nombre, noconsta que en el solar hubiera ocurrido algún suceso trágico. Sin embargo, quienes han pasado suficiente tiempo entre las paredes de Relaxtual aseguran que su presencia es innegable. “No es un ruido cualquiera. No es una tubería ni el crujir de la madera”, explica Rosa. “Es una voz clara, como si alguien estuviera de pie al otro lado de la estantería hablándote al oído. Y siempre dice lo mismo: le gusta el café.”
Entre la leyenda y la cotidianidad
Lo que comenzó como una anécdota entre bromas ha derivado en un fenómeno que ya trasciende las puertas de la tienda. Vecinos del barrio y curiosos del mundo paranormal han empezado a visitar Relaxtual, algunos con la esperanza de escuchar a Doña Encarna por sí mismos, y otros simplemente atraídos por el halo de misterio que envuelve al establecimiento.
A pesar de lo inquietante de la situación, los propietarios aseguran que el fantasma no ha mostrado nunca una actitud agresiva. Más bien al contrario: "su presencia parece ligada a un cierto apego al lugar, una especie de espíritu doméstico que vigila y opina, como si aún formara parte de la vida cotidiana de la tienda".
Un fenómeno aún sin explicación
Expertos en fenómenos paranormales han mostrado interés en el caso, y ya se ha realizado una investigación formal. Mientras tanto, en el interior de Relaxtual, entre velas aromáticas y objetos esotéricos, el eco de Doña Encarna sigue resonando, recordando a todos que, entre lo visible y lo invisible, hay una frontera que en este rincón de El Cerro del Águila parece difuminarse cada día un poco más.
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