El municipio costero de Fuengirola, en Málaga, fue testigo de un inquietante suceso la madrugada del 9 al 10 de julio de 1970. Lo que comenzó como una simple escapada de verano para un grupo de jóvenes aficionados a la fotografía, terminó convirtiéndose en un relato de terror que hasta el día de hoy sigue generando preguntas sin respuesta.
Una noche de verano con un giro inesperado
Aquella calurosa noche, un grupo de amigos decidió trasladarse al chalet familiar de uno de ellos, situado en la costa de Fuengirola. Entre charlas y preparativos, uno de los jóvenes mencionó que meses atrás, en aquel mismo lugar, se había reportado la observación de un OVNI luminoso. Aunque el comentario no despertó mayor interés en el grupo, los acontecimientos que siguieron hicieron que la historia tomara un rumbo inesperado.
Cuando estaban a punto de probar sus nuevas cámaras fotográficas, comenzaron a escuchar una respiración profunda dentro del chalet. Preocupados ante la posibilidad de que alguien hubiese entrado en la vivienda, tomaron linternas y utensilios de cocina como defensa y salieron a inspeccionar. Sin embargo, al iluminar el exterior, el sonido cesó de inmediato.
Un encuentro aterrador
Horas más tarde, alrededor de las cinco de la madrugada, uno de los jóvenes, Manuel Linares, se despertó sobresaltado por unos extraños ruidos. Alertó a sus compañeros y juntos se dirigieron al punto donde parecían originarse los sonidos. Lo que vieron les dejó paralizados: un ser de gran altura, con dos luces brillantes por ojos y envuelto en una especie de manto oscuro, se alzaba ante ellos.
Presa del pánico, los jóvenes corrieron al interior del chalet en busca de cuchillos y machetes, pero al regresar la figura ya no estaba. En su lugar, el aire estaba impregnado de un fuerte olor a azufre y la temperatura en la zona era anormalmente elevada.
Minutos después, mientras intentaban calmarse, Manuel Linares aseguró haber visto una sombra cruzando la entrada de la casa. A pesar del miedo, encendió la luz y trató de ocultarse mientras escuchaba una respiración profunda que parecía rodear la vivienda.
Golpes en la noche
El pavor se intensificó cuando comenzaron a escuchar fuertes golpes en la azotea, en las ventanas y en la puerta principal, como si algo o alguien intentara ingresar. La sensación de amenaza los obligó a atrincherarse en la casa hasta que finalmente todo cesó. Sin pensarlo dos veces, decidieron regresar a Sevilla a la mañana siguiente.
El relato llegó a oídos de los investigadores de la CIEFE (Centro de Investigación de Fenómenos Extraños), quienes documentaron el caso con interés. Cabe destacar que un año antes, en la misma zona, se había registrado la muerte inexplicable de numerosos animales en un corto período de tiempo, sin que se encontrara una causa lógica para los decesos.
¿Fenómeno extraterrestre o sugestión colectiva?
El caso del Humanoide de Fuengirola sigue envuelto en el misterio. Para algunos, se trata de una evidencia más de encuentros con seres de otro mundo; para otros, una mezcla de sugestión, miedo y coincidencias desafortunadas.
Lo cierto es que, más de cinco décadas después, la historia sigue generando escalofríos y avivando el eterno debate sobre lo desconocido.
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