La Agenda 2030, a la espera de las políticas municipales

Publicado: 13/03/2019
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Andalucía más que verde

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La Asamblea General de la ONU adoptó en septiembre de 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción
La Asamblea General de la ONU adoptó en septiembre de 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. La Agenda plantea 17 Objetivos (ODS) con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental y representan una visión global compartida sobre cómo combinar estas tres dimensiones de desarrollo sostenible en acciones a nivel local, nacional e internacional.

Es labor de la ciudadanía y de los gobiernos de todos los niveles usar los datos de los indicadores que se van generando de forma adecuada para convertir los ODS en herramientas prácticas para caminar en la senda del desarrollo sostenible, gestionando su aplicación, garantizando la rendición de cuentas e informando sobre los progresos.

Para los gobiernos locales, que deben trabajar para mejorar la calidad de vida en el entorno urbano y rural, los ODS ofrecen una hoja de ruta para lograr un desarrollo más equilibrado y equitativo. La Agenda 2030 ofrece un nuevo marco para la política y la acción municipal. El papel de los municipios va mucho más allá del Objetivo 11 -“conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”-, ya que todos los ODS incluyen metas relacionadas con el trabajo diario de los gobiernos locales. Localizar los ODS es el proceso de adaptación de la Agenda 2030 a las características y circunstancias de cada territorio, desde el establecimiento de los objetivos y metas, hasta la determinación de los medios de implementación y el uso de indicadores para medir y monitorear el progreso conseguido.

Y nuestras ciudades y pueblos van muy tarde. En estos años desde 2015 se debería haber completado una primera fase en la que los gobiernos locales hubiesen convocado al conjunto de la ciudadanía, agentes sociales, sector privado y distintas entidades del territorio a integrar un diálogo abierto que genere conciencia sobre los ODS. Estamos en 2019 y la mayoría de nuestros conciudadanos no conocen la existencia de la Agenda 2030 y su relevancia, ni siquiera muchos de nuestros representantes políticos.

Desde diferentes organizaciones sociales e instituciones científicas se ha criticado que numerosos objetivos de la Agenda 2030 son pura retórica, que muchas de las 169 metas serían demasiado idealistas y que los indicadores generales propuestos tienen problemas muy serios de viabilidad. Sin embargo, los ODS plantean la posibilidad de demandar a los municipios cambios muy importantes en sus políticas. Por ejemplo, en la conservación y promoción de la biodiversidad tanto en el ecosistema urbano como en sus entornos más inmediatos, en la inclusión que permita el acceso a los bienes y servicios públicos en equidad, en las estrategias para lograr la igualdad de género y el fin de la violencia machista, en una planificación urbanística que busque la habitabilidad, la movilidad sostenible, viviendas y servicios asequibles, mejores espacios públicos verdes y densidades urbanas que permitan optimizar la prestación de servicios, en las inversiones dedicadas a la generación de un empleo digno y coherente con el desarrollo sostenible que se pretende, en la planificación hacia la necesaria resiliencia frente a desastres cotidianos y riesgos climáticos, en el fortalecimiento de los vínculos urbano-rurales para un desarrollo territorial más sostenible y equilibrado, etc.

La Agenda 2030 no es ni mucho menos perfecta, pero recoge medidas ambiciosas que pueden suponer en la mayoría de nuestros municipios en Andalucía una transformación de calado en gran medida alineada a lo que proponemos desde la ecología política en EQUO. Necesitamos ayuntamientos que opten por el cumplimiento de estos objetivos y comprometidos con que el camino hacia los ODS sirva para conseguir ciudades y pueblos más habitables y preparados para resistir y adaptarse a los grandes cambios que estamos empezando a sufrir y que van a acelerarse en los próximos años, ligados principalmente al cambio climático y sus consecuencias y a la disponibilidad energética decreciente.  Son necesarios ayuntamientos que contrarresten el riesgo de que el nuevo gobierno andaluz se olvide de este proceso global y proponga políticas, como las que recogían en sus programas los partidos que lo conforman y apoyan, que vayan contra lo indicado en la Agenda 2030.

Las elecciones municipales deben ser un punto de inflexión para lograr gobiernos locales que respeten esta agenda y estén convencidos de la importancia de trabajar conjuntamente con toda la sociedad en la localización de los ODS en nuestras ciudades y pueblos. Vamos tarde y, por eso, hay que acelerar en la transformación pendiente.

Miguel Antúnez López

Ambientólogo y doctor en educación ambiental. Miembro de EQUO

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