Medina Azahara, retos (eternos) y gestos (vacíos)

Publicado: 22/05/2018
Autor

Andalucía más que verde

'Andalucía más que verde' es un blog colectivo en el que distintas firmas priman la ecología como piedra angular

Andalucía más que verde

Ecología política aplicada a nuestro día a día y de cómo conseguir una Andalucía próspera, sostenible y ecofeminista

VISITAR BLOG
Se acaba de saber que la declaración del yacimiento medieval de Medina Azahara como Patrimonio de la Humanidad está prácticamente aprobada
Se acaba de saber que la declaración del yacimiento medieval de Medina Azahara como Patrimonio de la Humanidad está prácticamente aprobada, a falta de un voto final en junio. Esto supondrá el máximo reconocimiento patrimonial para la ciudad mandada construir por Abd al-Rahman III y un nuevo reclamo para Córdoba, que acumula así tres declaraciones de la Unesco (La Mezquita-Catedral y su entorno y los Patios son los otros dos).

Está declaración, más que merecida por la singularidad de Medina Azahara y su importancia arqueológica, arquitectónica, paisajística e histórica, viene acompañada de una serie de retos pendientes para garantizar el óptimo estado y conservación de este patrimonio, del que la ciudadanía cordobesa debemos sentirnos orgullosos depositarios y guardianes. Retos que, en algunos casos, se remontan a años, si no décadas, y que deberían suponer una seria llamada de atención o “tirón de orejas” para los (ir)responsables de que se eternice su solución, aunque desgraciadamente es de temer que caigan en saco roto, complacientes con “lo que hemos conseguido”.

El primer, y más grave, problema, es la presencia dentro del espacio protegido de varias parcelaciones ilegales, que suponen un serio conflicto ya que tienen un marcado impacto visual hacia y desde el Alcázar de la ciudad, el punto culminante, situado en altura precisamente para ser visto y admirado desde una posición de superioridad. La histórica dejadez de las diferentes administraciones ante este grave problema del urbanismo cordobés y andaluz ha permitido la creación y consolidación de tres núcleos ilegales dentro del área BIC  cuyos dueños no aceptan otra solución que su legalización a costa del patrimonio de todas y todos. No parece que nadie en la Junta, el Estado o el Ayuntamiento esté dispuesto a hacer mucho más que plantar algunos árboles para que no se vean estas casas, sus piscinas y pistas de pádel. No muy lejos se gastaron años atrás millones en expropiar otras parcelaciones similares para la ampliación de un aeropuerto que sigue sin recibir vuelos regulares ni está claro que vaya a suceder en un futuro cercano. Derrochamos millones en un aeropuerto sin aviones y no invertimos en cuidar un patrimonio único. País, que diría el desaparecido y admirado Forges.

El segundo reto es el económico. Medina Azahara cuenta con unos recursos dramáticamente insuficientes para la tarea que tiene encomendada. La conservación, restauración, investigación y difusión de un patrimonio como esta ciudad y su entorno necesita una dotación de personal suficiente, que permita que el Museo ofrezca todos sus servicios y que se avance en su recuperación y conocimiento. Eso supone un compromiso estable por parte de la Junta de Andalucía con el conjunto, lo contrario de lo vivido en los últimos años, donde se ha combinado la inversión puntual en elementos imprescindibles como el Museo, ganador de numerosos galardones, con la creciente asfixia del presupuesto permanente, de forma que cada vez hay menos personal, fondos para mantenimiento, etc. Sería deseable también que otras administraciones como el Ayuntamiento o el Estado se involucraran más en su gestión y dotación, dada su importancia.

La tercera dificultad es puramente política, ya que el patrimonio se instrumentaliza como “mérito” electoralista, lejos de una visión del mismo generosa y ambiciosa a un tiempo, como motor de desarrollo social, económico y cultural. A un consejero de Málaga “le toca” que se nominen y se elijan los Dólmenes de Antequera -que lo merecen sobradamente- como Patrimonio de la Humanidad. A la inefable Rosa Aguilar, “apuntarse” el tanto de Medina Azahara. La cultura y el patrimonio como bazas en una partida de mus electoral. ¿Dónde quedan las necesidades de la sociedad y del propio patrimonio?

Frente a los retos, la Junta se ha caracterizado en los últimos años por primar los gestos vacuos, por vender humo y actuaciones innecesarias y, en ocasiones, dañinas. Como muestra, dos ejemplos. El primero, el costoso despliegue de medios encaminado a “vender” la candidatura de Medina Azahara, con publicidad en los principales medios y en soportes publicitarios, con recogida pública de adhesiones, con un corazón como símbolo de aprecio y afecto. Mientras, los paneles informativos de la Ciudad Califal que tanto dice querer la Junta, han estado años ilegibles, borrados por el sol, la proyección digital en el Museo cerrada por falta de repuestos para el proyector, y la biblioteca especializada está cerrada desde hace más de cinco años….

El segundo ejemplo, la ocurrencia de la iluminación nocturna. Fruto del maridaje del interés de una empresa privada, Endesa, por presentar su mejor cara “social”, de la obsesión cordobesa por organizar actividades y eventos “nocturnos” con la idea de que eso elevara las pernoctaciones, y del afán de la consejera por poder presentar resultados y supuestos avances y mejoras, que acaban por no ser más que ocurrencias. Desgraciadamente, se ha prestado mucha más atención a la cantidad que a la calidad, como en este caso, donde se ha intervenido en un yacimiento frágil sin que tenga ningún sentido histórico o artístico, sino simplemente promocional. Porque de eso se trata, de conseguir batir récords de visitantes, de aumentar el número de pernoctas, apostando, una y otra vez, por la cantidad en detrimento de la calidad, buscando engordar una gallina de los huevos de oro que nos acabe privando de nuestras ciudades.

Frente al discurso oficial que dice buscar un modelo cultural y económico equilibrado, generador de bienestar, los hechos demuestran lo contrario: que sólo buscan la foto, el titular, la ganancia rápida, electoral o económica, en lugar de invertir en futuro. En conocimiento, en bienestar, en desarrollo y cultura. Y así nos va.

Ramón Fernández Barba

Arqueólogo y miembro de EQUO

© Copyright 2024 Andalucía Información