Cada hora de cada día de cada año producimos más y más kilogramos de plástico. Sólo en los últimos diez años hemos producido más que en todo el siglo XX. La mitad de los productos y envases de plástico que utilizamos sólo se utilizan una vez antes de tirarlos a la basura y cuando llega allí, si crees que se recicla estás equivocado, ya que sólo reciclamos el 10% del plástico que tiramos, y este en su mayor parte se incinera para ‘valorizar’ los vertederos.
Palabra hermosa, ‘valorizar’, que oculta en la realidad un ingreso extra para las empresas que se encargan de distribuir tu plástico, generando energía eléctrica que cobran por usar tu residuo plástico como combustible en sus hornos, contaminando el aire.
Gran parte del desperdicio que tiramos son bolsas de plástico. ¡El mundo consume más de un millón de bolsas por minuto! Se calcula que un ciudadano medio consume unas 500 bolsas de plástico al año, así que ya deberías ir pensando en tu respuesta cuando en tiendas y grandes superficies te pregunten, ¿Quiere usted una bolsita? La mía es un no rotundo.
Si te ha fastidiado conocer que tu labor cívica llevando al contenedor amarillo tus residuos plásticos es aprovechada por las empresas para sacar beneficio (sí , el que tu pierdes pagando el plástico, además de tu trabajo separando en cubo aparte y llevándolo a su contenedor), aún te interesa seguir leyendo para conocer la sanción que vas a pagar porque tu Gobierno no hace los deberes.
Según dice la Comisión Europea, debemos adoptar la normativa de la UE sobre las bolsas de plástico ligeras, incorporándola a nuestra legislación nacional. En vista de la lucha contra la contaminación y el despilfarro de recursos, los Gobiernos de la UE tenían hasta el 27 de noviembre de 2016 para adoptar medidas a fin de reducir el consumo de bolsas de plástico ligeras, tal como exige la Directiva europea.
Los Estados miembro deben garantizar que, hasta finales de 2019, el consumo de ese tipo de bolsas por persona y año no exceda de noventa, y antes de finales de 2025 ese número debe reducirse a no más de cuarenta bolsas por persona. Recuerdo el dato del principio: actualmente usamos unas 500 bolsas por persona y año.
La Comisión ha verificado que España ha incumplido la obligación de transposición de la presente Directiva a su ordenamiento jurídico y ahora disponemos de dos meses para cumplir las obligaciones o de lo contrario, la Comisión puede llevarnos ante el TSJUE (Tribunal Superior de Justicia Europeo). Y si solo fuesen las bolsas de plástico…Pero no, también tiramos a la basura en nuestro planeta 35.000 millones de botellas de plástico al año. ¡Alrededor de 1.500 botellas de plástico por segundo!
El plástico constituye aproximadamente el 90 por ciento de toda la basura que flota en el océano, donde unas 46.000 piezas de plástico flotan por kilómetro cuadrado, suficientes para cubrir el 40% de la superficie de los océanos.
El 44% de las aves marinas y el 22% de los cetáceos hallados muertos en las playas presentan trozos de plástico en sus aparatos digestivos. Este hecho también afecta a todas las especies de tortugas marinas y a algunos peces. Y todo ello se traslada en la cadena alimenticia hasta la especie que observa desde lo alto de la pirámide, el ser humano. ¡Comemos el plástico que producimos!
En España 655.000 toneladas de residuos plásticos se pierden cada año y para 2025, el objetivo marcado por la Unión Europea es que se recupere el 60% y que haya cero residuos reciclables en vertederos. Tenemos un camino largo por recorrer, porque si seguimos a este ritmo, en dicho año 2025 se producirán unas seis millones de toneladas de residuos al día en todo el mundo, inasumible para el planeta y las especies que lo habitan, incluido el ser humano.
Mateo Quirós
Coportavoz de EQUO en Rota
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