No creo que sea temerario afirmar que en cualquier clase de Educación Física son frecuentes los comentarios entre los alumnos del tipo: “¡Hoy juega el Madrid en la Champions!”, “¡Vaya golazo de Messi!”, y otros por el estilo también en relación a los equipos de la tierra más conocidos como puedan ser el Sevilla CF o el Unicaja Baloncesto. Por el contrario, raramente se producen comentarios alusivos a las campeonas olímpicas Carolina Marín o Marina Alabau o una selección femenina cualquiera.
Todos sabemos que para niños y jóvenes es primordial tener ídolos y referentes en los que inspirarse, mirarse y cuya estela seguir. Modelos de comportamiento que siembran sus sueños de ilusiones futuras y que riegan con el sudor de su constancia cotidiana.
En el universo del deporte andaluz existen muchos equipos por los que los andaluces bebemos los vientos. Recreativo, Cádiz CF, Jaén Paraíso Interior, Unicaja Almería, o aquel desgraciadamente desaparecido La General de Granada. Son equipos que perviven en el imaginario colectivo de los aficionados al deporte. Como ya se habrán percatado, desafortunadamente, ninguno de ellos es femenino.
Hoy en día, no parece que hayamos avanzado mucho pues, según el Consejo Audiovisual de Andalucía, sólo el 10% de las noticias deportivas se refieren al ámbito femenino, mientras que el 75% de la información está dedicada al fútbol masculino. Frente a esta infrarrepresentación informativa, la Encuesta de Hábitos Deportivos de los Andaluces nos dice que en 2016 las mujeres representan el 21,1% de los deportistas federados en Andalucía y el 34,7% de los deportistas federados de alto rendimiento. Asimismo, el 50,7% de los equipos subvencionados que participan en las ligas nacionales más relevantes son femeninos. Lo que deja en evidencia la desigualdad en la cobertura informativa del deporte femenino.
Es más, de mantenerse la tendencia actual, serían necesarios más de 100 años para lograr la igualdad entre hombres y mujeres en la información deportiva de las televisiones andaluzas, según los datos que maneja el Consejo Audiovisual de Andalucía.
En relación a la práctica de actividad física, según la Encuesta de Hábitos Deportivos 2015 del Consejo Superior de Deportes, el 45% de los andaluces realiza una actividad física con carácter semanal. Según la Encuesta de Hábitos y Actitudes de los Andaluces hacia el deporte de 2015, practican algún tipo de actividad física el doble de hombres que de mujeres, la mitad de las mujeres quieren hacer deporte pero no lo practican o no pueden hacerlo en la medida que desearían y, por último, las mujeres doblan a los hombres en desinterés hacia el deporte.
Por todo lo anterior se evidencia la necesidad perentoria de fomentar e incluso discriminar positivamente al deporte femenino andaluz.
Este año en Málaga y en Andalucía tenemos una ocasión pintiparada de hacerlo, pues el Rincón Fertilidad ha obtenido la cuarta plaza y con ella el pasaporte europeo para disputar la Challenge Cup, segunda competición del balonmano femenino continental. Estamos en la misma situación que el Caja de Ronda (antecesor del actual Unicaja) en su primer envite europeo en la Korac del 89. ¡Cuántas alegrías hemos vivido después! Desgraciadamente, a Pepa Moreno, presidenta del club, no le hace falta ir al Camino de Santiago: ya le sobra con el interminable peregrinar entre instituciones públicas y empresas privadas. El insuficiente apoyo conseguido sólo les deja la opción a renunciar a la plaza europea e incluso la existencia misma del club.
En EQUO Andalucía no nos suena a igualdad de género que Málaga CF y Unicaja Baloncesto entrenen y compitan en instalaciones de titularidad pública como La Rosaleda, Martín Carpena, o Estadio de Atletismo, mientras que Rincón Fertilidad Balonmano femenino tiene que pagar 5.000 euros anuales por Carranque.
No nos suena a redistribución de la riqueza que el Ayuntamiento de Málaga se gaste 8 millones de euros en comprar los terrenos de Arraijanal para luego cederlos por 75 años a coste cero poniéndolos en las manos de la ‘Fundación’ Málaga CF creada ad hoc para este fin después de unas opacas negociaciones.
No sólo hablamos de dar un paso al frente para instaurar un referente deportivo andaluz en deportes de equipo femeninos. También nos referimos a igualdad, salud y educación. Las guerreras de Rincón Fertilidad lo merecen y las niñas y mujeres andaluzas lo necesitan. Trabajemos desde las instituciones y la sociedad para estar a la altura de este momento histórico.
Miguel Báez Villa
Comunicación de EQUO Málaga