Andalucía más que verde

Ahorro y eficiencia por supuesto

Llevamos muchos años pidiéndolas, pero ha tenido que llegar Putin e invadir Ucrania para que por fin se pongan en marcha este tipo de medidas

Publicado: 27/08/2022 ·
09:49
· Actualizado: 27/08/2022 · 09:49
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Andalucía más que verde

'Andalucía más que verde' es un blog colectivo en el que distintas firmas priman la ecología como piedra angular

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Ecología política aplicada a nuestro día a día y de cómo conseguir una Andalucía próspera, sostenible y ecofeminista

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David Palomino Ramírez (Miembro de la Ejecutiva de Verdes EQUO Andalucía) | Para que quede claro, y en la primera línea. ¿Medidas para garantizar el ahorro y la eficiencia energética? Por supuesto que sí.

Llevamos muchos años pidiéndolas, pero ha tenido que llegar Putin e invadir Ucrania para que por fin se pongan en marcha este tipo de medidas.

Luego, no se pinten de verde con este decreto, porque en un contexto de emergencia climática que nadie, con dos dedos de frente, puede ya negar no han sido capaces de tomar la iniciativa para luchar contra ella.

Está claro que no se trata de convencimiento sino de conveniencia.

Que nadie se llame a engaño ni piense que en España o en la UE ha entrado de golpe la sensatez necesaria para luchar contra la emergencia climática.

Ahora bien, la cuestión no es la necesidad de adoptar medidas, como tampoco lo es, como pretenden algunos, si se coartan nuestras libertades o si con 27 grados o sin iluminación de monumentos se van a perder clientes y turistas.

La cuestión fundamental es si son estas las medidas que necesitamos y si son suficientes.La respuesta se contesta en el párrafo anterior.

No lo son porque no creen en el necesario cambio de modelo, imprescindible para luchar contra la crisis climática.

Es un síntoma claro que estas medidas tengan fecha de caducidad, mostrando claramente la falta de un plan a corto, medio y largo plazo.

No vamos a ser ni ilusos, ni dogmáticos ni demagogos.

Sabemos que el cambio necesario es muy profundo y no se puede llevar a cabo de la noche a la mañana.

Pero lo que sabemos también es que es necesario empezar a tomarlas y ser tan ambiciosos como coherentes a la hora de definir bien los objetivos y cómo se van a lograr.

Señoras y señores del Gobierno, lo que ustedes proponen está muy bien, pero solo como la guinda del pastel que debían haber presentado hace ya mucho tiempo.

Si se limitan a hacer propuestas que se quedan en la cascarilla dejan bien claro que legislan bajo la tutela de los grandes grupos energéticos y que son incapaces de desprenderse de ese abrazo de oso que no les deja llevar a cabo lo que la ciudadanía les pide.

Propongan un cambio de modelo energético, basado en tres puntos:

  1. Reducción del consumo.
  2. Energías renovables.
  3. Comunidades energéticas.

Sin eso, los aparatos de aire acondicionado a 27 grados no serán más que anécdotas que solo servirán para “caldear” el ambiente en las tertulias (des)informativas.

Por cierto, que una regulación de los horarios comerciales atendiendo a la realidad climática de España, y especialmente de algunas zonas, habría tenido el mismo efecto mediático y sería bastante más útil a la hora de hacer más racional la vida en nuestras ciudades.

Mientras entre nuestras ciudades y dentro de ellas no se haga un verdadero esfuerzo por reducir el tráfico rodado y no se potencien los transportes públicos a todos los niveles, tanto de personas como de mercancías, dará igual si se apagan los escaparates a las 22:00 horas.

Usen los tejados de los edificios públicos, de las naves industriales, de aparcamientos y otros espacios dotacionales para poner placas solares y, de camino que dejan en paz nuestros campos con sus mega proyectos de energía solar, conseguirán una reducción de nuestra dependencia de los combustibles fósiles.

Consigan que se doten a nuestras ciudades de unas infraestructuras verdesque mitiguen la desastrosa planificación urbanística que ha convertido las calles en desiertos de hormigón y asfalto.

Todavía no hemos hablado de nada que suponga un esfuerzo inasumible.

Ni siquiera de inversiones irrecuperables, como lo han sido los fondos para salvar bancos en época de crisis.

En cambio, solo con esto, ya habríamos conseguido un cambio radical en nuestro modelo energéticoy en nuestros pueblos y ciudades.

La solución, señoras y señores del Gobierno, no pasa por ampliar o recuperar un gasoducto.

La solución pasa porque ese gasoducto no sea necesario.

Quizá no puedan hacer otra cosa, por incapacidad o inoperancia. Pero su gesto de la corbata, que solo pretendía distraer la atención de lo verdaderamente importante, deja bien claro que no se trata de eso, sino de la falta de valor y convencimiento para tomar las medidas necesarias.

Ah, y no valen como ejemplosde lo contrario los impuestos a los beneficios de bancos y eléctricas, porque se trata de un parche que intenta tapar el hecho de que en plena concatenación de olas de calory con una amenaza más que real de sequía, haya algunas empresas capaces de jugar con este recurso, por ejemplo, solo para garantizar sus beneficios.

Algo que no debería ser motivo de sanción, sino directamente de retirada de su capacidad para operar en los mercados energéticos.

Intentar cambiar las cosas, está muy bien.

Dar los pasos necesarios para lograrlo está mucho mejor.

 

David Palomino Ramírez

Miembro de la Ejecutiva de Verdes EQUO Andalucía

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