Ocho ejemplares han nacido ya del nido con huevos de tortuga boba --'Caretta caretta'-- localizado en la playa de la Granatilla de Mojácar a principios del pasado mes de julio y que ha sido custodiado por miembros de la asociación Serbal.
El primero de los nacimientos tuvo lugar en la madrugada del 20 al 21 de agosto, mientras que los siete restantes eclosionaron en la noche posterior, con lo que se espera que poco a poco el resto de huevos nazca a lo largo de esta semana; un aspecto esperado por los especialistas ante el incremento de las temperaturas de los últimos días.
Los ejemplares ahora serán conducidos a un centro de recuperación de especies para pasar un control veterinario y asegurar la supervivencia de los animales durante su primer año, con lo que después serán conducidos a la misma playa para su reintroducción en el medio natural.
La delegada territorial de Desarrollo Sostenible en Almería, Raquel Espín, ha agradecido la labor desarrollada por los miembros de la asociación así como por las fuerzas y cuerpos de seguridad y restos de efectivos que han participado en la protección y preservación del nido, ya que se trata de una especie amenazada.
En esta línea, la delegada ha incidido en la importancia de dar aviso al servicio de emergencias 112 Andalucía en caso de que se tengan indicios de que una tortuga puede haber anidado en una playa o cualquier otra circunstancia relacionada con el medio marino.
Por su parte, la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, también se ha hecho eco de estos nacimientos y ha reconocido la labor de los voluntarios de la Asociación Serbal, ya que además de asegurar el nacimiento de estas tortugas "dan esperanzas a la conservación de una especie en peligro de extinción", según ha trasladado la consejera, quien a través de Twitter ha compartido imágenes de los ejemplares.
La especie está incluida en el Catálogo de Especies Amenazadas y considerada en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La ubicación del nido se consideró adecuada para la supervivencia y no se estimó necesario el traslado de los huevos, manteniéndose un sistema de vigilancia coordinado y un control de las condiciones ambientales, principalmente de temperatura.
Así, se ha encomendado la vigilancia al grupo de voluntarios de Serbal, que ha permanecido 24 horas en el lugar a la espera de que se produjera la eclosión. El anidamiento fue detectado el 5 de julio por un ciudadano que dio aviso llamando al servicio de emergencias 112, lo que activó el pertinente protocolo por parte de la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible en Almería.
Tras señalizar el rastro y confirmar el anidamiento, se formó un grupo de coordinación para velar por su protección, liderado por técnicos de la Junta de Andalucía y en el que participaron Agentes de Medio Ambiente, efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, Centro de Coordinación de Emergencias-112, Policía Local, expertos científicos del CSIC, de la Universidad de Almería, Cecoual de la estación biológica de Doñana y de la entidad encargada de la atención de varamientos de tortuga marina y cetáceos en Almería.
Cuando se produzca la eclosión de los huevos, el servicio veterinario del Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz (Cegma) de Algeciras (Cádiz) será el encargado de prestar los primeros cuidados a las crías hasta su liberación en el mar.
La tortuga boba anida generalmente en la cuenca Este del Mediterráneo, pero últimamente se están encontrando varios ejemplares en otros puntos de España, buscando temperaturas más suaves. Las costas andaluzas reúnen condiciones idóneas para la nidificación y podrían ser una importante zona para asegurar la dispersión y la supervivencia.
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