Un equipo de expertos ha iniciado las pruebas instrumentales sobre la encina milenaria de La Peana, en Serón (Almería), para hacer un diagnóstico y diseñar un tratamiento capaz de revertir los signos de envejecimiento agravados por una grieta en la parte central del tronco detectada en junio de 2020 por agentes de Medio Ambiente.
La asociación 'Monumento Natural Encina la Peana' ha contratado los trabajos profesionales del Botánico, Experto en Árboles Monumentales, Bosques y Biodiversidad, Bernabé Moya y de José Moya, licenciado en Ciencias Ambientales e Ingeniero Agrícola, para realizar el proyecto científico y estudio botánico dendrológico para la restauración.
Este proyecto, según ha indicado en un comunicado, pretende conocer la resistencia estructural del árbol milenario mediante diferentes pruebas instrumentales realizadas por los profesionales que arrojarán un diagnóstico para su tratamiento.
El equipo, desplazado al municipio de Serón estos días, trabaja ya en el estudio instrumental mediante el resistógrafo, que mide la resistencia de la madera de la encina; qué proporción de esta queda sólida o que parte presenta más riesgo de romperse.
Con todos las pruebas que realicen durante varias jornadas, los profesionales determinarán si el árbol puede padecer un colapso que supondría vernirse abajo, un hundimiento o fallo de la estructura basal que soporta el peso de la copa; o un vuelco por arranque de raíz.
Determinarán, asimismo, si puede producirse un desgajamiento con una grieta que abriera el ejemplar arbóreo por la mitad o una fractura por partes, donde las diferentes zonas tendrían dificultades puntuales que le provocarían una caída por trozos.
La asociación ha precisado que, una vez analizado el estudio de la estructura, los profesionales "tendrán la capacidad de determinar las características que debe tener la estructura que soporte el árbol".
En el comunicado, Bernabé Moya ha destacado que La Peana es uno de los árboles monumentales "más importantes y valiosos de toda España por su valor botánico, histórico, ecológico y social".
"El ejemplar presenta un buen vigor, pero a mediados del año 2020 aparecieron en el tronco y algunas ramas principales, una serie de signos que evidenciaban una debilidad de orden biomecánico", ha indicado.
Para el botánico este tipo de problemas estructurales pueden tener solución si se le proporciona al árbol "toda una serie de sistemas de apoyo y sustentación", así como "un seguimiento en la evolución de su estado de salud".
El equipo profesional que atiende La Peana está actuando en otros ejemplares arbóreos de como la Glicina del Museo de la Radio de Ponferrada; el ciprés de San Francisco de Asís en Italia; el primer ejemplar de Sofora del japón plantado en Europa plantado en el jardín botánico o diferentes robles de Francia, Suiza o Polonia.
La Junta de Andalucía informó en febrero de que la encina tiene "estabilizada" la grieta que se ha producido en la parte central del árbol, que se apoya ahora en dos sujeciones y que cuenta con un seguimiento semanal por parte de los agentes de Medio Ambiente, de modo que ahora será vallada perimetralmente y se reforzará la sujeción de la copa.
Con una altura de 18,50 metros, un diámetro de 20 metros de copa y una proyección de esta de 301,59 metros cuadrados, presenta una cruz muy amplia formada por cuatro ramas maestras que se subdividen en una tracería, constituyendo una copa redondeada. P
Produce una gran cantidad de bellota dulce y su nombre local se debe a una gran peana de casi 15 metros de perímetro que presenta la base y que hace que esta actúa como un pedestal. La encina está incluida en el Inventario Andaluz de Árboles y Arboledas Singulares.
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