La Policía Nacional ha arrestado a 15 miembros de un presunto grupo criminal en Almería dedicado al tráfico de drogas, entre los que figuran dos personas a las que se les atribuye un tiroteo en septiembre del año pasado en el barrio de la Cañada de San Urbano en el que resultaron heridos un padre y su hijo.
Tras la investigación realizada en la operación 'Sinse', el Juzgado de Instrucción número 4 de Almería ha decretado el ingreso en prisión de 13 de los detenidos acusados de los delitos de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico, tenencia ilícita de armas y tentativa de dos homicidios, según ha indicado la Comisaría en una nota.
En total, la Policía Nacional registró nueve viviendas localizadas en Almería capital, Huércal de Almería, La Cañada de San Urbano, Pechina, Níjar, Viator, Venta Cabrera, Cabo de Gata y Cañada Cintas.
La operación ha conllevado la intervención de 3.580 plantas de marihuana, 2.300 esquejes --todo ello con un peso de 630 kilos--, 38.000 euros en efectivo, 631 transformadores eléctricos, 810 lámparas, 27 extractores de aire, 16 aparatos de aire acondicionado, dos vehículos, numerosa munición de diferentes calibres y cuatro balanzas de precisión.
Durante el verano del año 2019, la Policía Nacional inició las investigaciones sobre un grupo criminal asentado en Almería, que según las primeras pesquisas se estaba dedicando al cultivo y venta de marihuana a gran escala. A través de las vigilancias se desentrañó la estructura criminal y el rol que cada uno de sus miembros, que se organizaban en una estructura piramidal.
UN "LÍDER" DE 22 AÑOS
El operativo policial permitió detener a 12 hombres y tres mujeres, con edades comprendidas entre los 22 y 59 años de edad. Así, se identificó a A.G.U., de 22 años, como líder de la banda, puesto que "dirigía, controlaba y coordinaba toda la actividad criminal", según la investigación.
Así, el 'cabecilla' era ayudado por su lugarteniente, "hombre de su entera confianza y con amplios conocimientos en electricidad". Así, M.G.C., de 45 años, se ocupaba del montaje y mantenimiento de las instalaciones eléctricas de todas las plantaciones de marihuana.
En los niveles más bajos de la pirámide se situaban los jardineros y vigilantes, responsables directos de las distintas plantaciones de marihuana, para lo cuál disponían de armas de fuego cortas y largas que habían adquirido en el mercado ilegal.
Durante el desarrollo de la investigación, los agentes constataron que esta banda generaba y comercializaba ingentes cantidades de marihuana. La ambición del propio líder le llevó a intentar dar un salto más, y hacerse cargo también de la distribución de la droga por países de la Europa Central, obteniendo con ésta función aún mayores beneficios económicos.
La información que manejaba la Policía Nacional, apuntaba a la adquisición con carácter inmediato de pequeños camiones o autocaravanas, con los que realizar dicho transporte burlando los controles policiales.
UN "VUELCO DE DROGA"
Además de la desarticulación de esta banda criminal, la Policía Nacional en Almería ha resuelto un tiroteo producido el 3 de septiembre del año pasado en la Cañada de San Urbano de Almería, dónde resultaron heridos de bala un padre y un hijo. Las averiguaciones realizadas en los días posteriores al mismo, apuntaban la autoría a varios miembros de este grupo organizado.
La causa de los disparos fue presumiblemente un "vuelco de droga", o lo que es lo mismo, la creencia de que los tiroteados pretendían apoderarse de la marihuana oculta en una de las viviendas de la organización, según las pesquisas.
Es precisamente sobre estas viviendas, sobre las que los investigadores centran mayor interés. Dichos inmuebles poseían características muy definidas, dado que eran viviendas arrendadas, alejadas de vecinos, con servicio de agua y electricidad --el cuál duplicaban con una acometida ilegal--, con caminos de acceso poco transitados pero cercanos a vías de escape como autovías.
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