No han llegado a decirle lo que el nieto de Winston Churchill, el miembro del parlamento, Nicholas Soames, excluido del Partido Conservador por oponerse al Brexit sin acuerdo, le dirigió a Jacob Rees- Mogg, el jefe del grupo parlamentario tory, que dormitaba tumbado en un “chaise longue” parlamentario en el debate de la Cámara de los Comunes: “Es un absoluto farsante, un ejemplo vivo de lo que un traje de chaqueta cruzada con corte regular y una corbata decente pueden hacer si se tiene un acento ultrafino y un poco de jengibre metido en el culo". No pudo evitar calificar de esa forma al ultraconservador que lo expulsaba por orden del destructivo Boris Johnson. Su último discurso como conservador, muy sentido y más que razonable, decía: “Es mi más ferviente esperanza que esta Casa redescubra el espíritu de compromiso, humildad y comprensión que nos permitirá avanzar en interés de todo el país, tan tristemente descuidado mientras nosotros hemos dedicado tanto tiempo a luchar con el 'brexit'”.
Aquí hay pocas ocasiones de dirigirse en el parlamento a propios y oponentes sencillamente porque las Cortes han estado,en la práctica, cerradas desde la última convocatoria electoral. Hoy hay un pleno político en el Congreso y se estará atento a ver quién desenfunda primero el “colt” retórico que arregle algo o que lo rompa todo definitivamente. Ayer realizó el Senado su primera sesión plenaria. Ya está dicho todo. ¡Un trabajo agotador!
Mientras tanto, los que no han dado ni la más mínima ayuda a Pedro Sánchez han sido ni Felipe González ni Juan Luis Cebrián, antiguo jefe de El País y Prisa. Ni Susana Díaz. El ex presidente no apoyó en nada a su presidente: “Yo honradamente digo que hagan lo que quieran, pero que no nos lleven a elecciones y que respeten las reglas del juego”. Cebrián culpó directamente a Sánchez de las nuevas elecciones en un artículo que tituló “Razones para un gobierno de coalición”. Ya no recela de Podemos ni de los independentistas, por mor del odio a Sánchez. El espectáculo del apoyo a Pablo Iglesias, en varios artículos, por parte de Luis María Ansón es revelador del movimiento de las capas tectónicas de la derecha hacia la búsqueda de un gobierno apoyado por las fuerzas que denuestan cada día –nacionalistas incluidos-. Marhuenda, piensa igual. ¡Cuántos aliados sinceros buscando el bien de la izquierda!
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