La vista oral contra cuatro acusados de alijar 700 kilos de hachís en una playa de Adra (Almería) en mayo de 2014 ha quedado aplazada este miércoles después de que uno de los enjuiciados, el único que se encuentra en libertad provisional, haya renunciado en sala al abogado que ejerce su defensa.
El magistrado presidente del tribunal le ha emplazado a que, antes de las 14,00 horas del jueves, designe nuevo letrado y le ha advertido de que, en caso de no hacerlo, se le asignará uno del servicio de asistencia jurídica gratuito y no podrá renunciar a él, según han indicado a Europa Press fuentes jurídicas.
Los encausados, de entre 31 y 47 años, se enfrentan a una petición fiscal de cinco años y tres meses de cárcel como presuntos autores de sendos delitos contra la salud pública. El Ministerio Público interesa, asimismo, multas de 3,2 millones de euros.
El juicio, asignado a la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, ha quedado pendiente de nuevo señalamiento.
Los hechos tuvieron lugar en mayo del pasado año, cuando los cuatro acusados "de común acuerdo y con ánimo de obtener un beneficio ilícito", se concertaron presuntamente para introducir en España un alijo de hachís para su venta a terceras personas.
Según el fiscal, dos de los acusados se encargaron de conducir una embarcación de unos seis metros de eslora que, sobre las 09,30 horas, fue detectada por el servicio integrado de vigilancia exterior (SIVE) frente a las costas de Adra, con lo que se estableció un dispositivo de vigilancia por parte de la Guardia Civil.
Asimismo, se realizó un seguimiento en tierra, donde se encontraban supuestamente los otros dos acusados con una furgoneta propiedad de una empresa de construcción, un camión y un bote de fibra de vidrio.
Así, la lancha con el estupefaciente tomó tierra a unos 100 metros de donde se encontraban y donde se produjo el desembarco de los fardos de hachís para, a continuación, poner rumbo a la pedanía ejidense de Guardias Viejas.
Fue en este momento cuando se produjo la intervención policial, que permitió la aprehensión de 27 fardos de hachís, 14 de ellos ya cargados en la furgoneta, que arrojaron un peso de 767,7 kilos.
En la operación se detuvo a uno de los acusados que estaba en tierra mientras que el otro, que logró escapar, fue detenido tres días después. Por su parte, el servicio marítimo detuvo al resto de acusados en alta mar.
El fiscal califica los hechos como un delito contra la salud pública con agravante de notoria importancia y uso de embarcación.
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